La DGA prepara una normativa para restringir la instalación de placas fotovoltaicas en los embalses. Jorge Azcón ha anunciado que la ley de paisajes protegerá las "numerosas actividades turísticas y económicas" en las presas frente a los planes ministeriales. 

Lo cierto es que Aragón, que ya es uno de los principales productores de energías limpias en España, dispone de un amplio territorio adecuado para la instalación de paneles solares, sin necesidad de recurrir a los embalses ni de hipotecar las oportunidades de desarrollo que estos brindan a las poblaciones próximas.

Dos semanas después de que el Consejo de Ministros aprobara el decreto que regula la instalación de plantas fotovoltaicas flotantes en embalses, la DGA anuncia que blindará las presas existentes en la Comunidad a través de la normativa de paisajes que compete a la Comunidad. Valles pirinaicos de prestigio nacional e internacional, como el de Tena, no son hoy concebibles sin las aguas recogidas en Lanuza y Búbal. Con el esfuerzo de varias generaciones, se han transformado en fuente de actividad cultural, deportiva y turística y, por lo tanto, de desarrollo económico. Además, no cabe construir nuevas infraestructuras sobre las aguas de los embalses que generen más limitaciones a su uso prioritario para el riego.

Los vecinos de zonas castigadas por los pantanos en el franquismo no deben enfrentarse ahora a los planes del Ejecutivo central para emplazar instalaciones fotovoltaicas sobre unos embalses que, medio siglo después de despoblar los valles, se han convertido en un medio para fijar población a través del turismo rural y los deportes acuáticos. En todo caso, hay que reclamar al Gobierno de Aragón que elabore una ley que no colisione con las competencias de Madrid en esta materia.