Opinión
Suscríbete
Por
  • Omar Fonollosa

Lenguaje

Lenguaje
Lenguaje
Pixabay

Qué cosa tan extraña es el lenguaje! En cualquiera de sus formas resulta extraño. No importa si el discurso es pensado o dicho, leído o escuchado. El lenguaje siempre es fascinante, misterioso y mágico. 

Desprende una luz intensa cuando se pone en funcionamiento y un halo de brillo difuminado lo rodea, como protegiéndolo. ¡Ah, qué cosa tan extraña es el lenguaje! Si yo escribo ‘lluvia’, ustedes oyen el agua caer. El lector está a merced del plan que ha urdido quien escribe, y completa lo escrito con su lectura. Si esta columna tuviera como protagonista a una persona que camina por el borde de un acantilado, ustedes lo estarían imaginando en sus mentes. Todos y cada una lo han imaginado y han completado con su imaginación lo leído, pues habrá quienes hayan creado un protagonista masculino y quienes lo hayan creado femenino. Acaso sea la lectura la verdadera hipnosis, la permisiva y total manipulación del lector. Así es el lenguaje, una urdimbre de hechizos que embruja. Pura magia.

En cambio, el lenguaje tiene en ocasiones una frontera ineludible que separa lo dicho de lo entendido. Repito que es pura magia, pero a veces el conjuro no sale como pensamos y puede suponer un conflicto. Si digo ‘rosa’, habrá a quien le invada el aroma de los pétalos y a quien le sangren los dedos. Sólo el que dice sabe lo que espera provocar y apenas tiene culpa si provoca lo contrario. La intención es un componente elemental para la pócima. También el que escucha completa lo escuchado. Pura magia. Si digo ‘alfiler’, habrá a quien le exploten los globos. ¡Ah, qué cosa tan extraña es el lenguaje!

Omar Fonollosa es poeta (Premio Hiperión)

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión