La justicia social es profundamente injusta y profundamente violenta. La justicia social lo primero que hace es violentar la igualdad ante la ley, porque a unos les quita y a otros les da, y eso antes está precedido de un robo, porque los impuestos no se pagan voluntariamente, se pagan a punta de pistola, se pagan a precio y si uno no los paga se va preso…". 

Sí, aunque no lo parezca por los disparates mayúsculos que contienen, éstas son palabras textuales gritadas por un presidente de gobierno, a quien la presidenta del PP, Isabel Díaz Ayuso, concedió la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid. Premio como reconocimiento a su labor institucional, que le impuso Ayuso hace tres semanas a Javier Milei, en la capital de España, sin que el presidente argentino fuera recibido ni por el jefe del Estado, Felipe VI, ni por el presidente español, Pedro Sánchez.

Frente a palabras tan irracionales y falsas sobre la justicia social y los impuestos, tan necesarios ambos para la convivencia y bienestar de todos, basta con citar el art. 1 de la Declaración de Derechos Humanos, un texto magnífico que, si se cumpliera, produciría una paz y felicidad universales. Dice así: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros".

Por si fuera poco, nuestra Constitución declara en su art. 1 que España se constituye en un Estado social y democrático; y dentro de los principios rectores de la política social y económica (artículos 39 a 41), se establece que los poderes públicos promoverán el progreso social y económico para una distribución de la renta regional y personal más equitativa, así como para garantizar la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad.

Por su parte, respecto a los impuestos, en la sección de derechos y deberes de los ciudadanos, art. 31, se indica: "Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica, mediante un sistema tributario justo, inspirado en los principios de igualdad y progresividad...".