Opinión
Suscríbete
Por
  • José María Serrano Sanz

Infantil

Gran parada de Echevarría a tiro de Santos
Gran parada de Echevarría a tiro de Santos
Marín Chivite

El derribo del ahora llamado Fondo Sur de La Romareda, antes Gol de Jerusalén o Gol sentado, ha levantado una oleada de nostalgia en muchos viejos aficionados zaragocistas y hasta en otros más jóvenes, como se vio el día de la despedida. 

Todo sea por la nueva Romareda, que desde hace tanto tiempo necesitamos, y sea además bienvenido, porque representa que nuestro campo se queda en su sitio y, aunque sea nuevo, seguiremos sintiéndolo como siempre, como parte de la esencia de nuestro Real Zaragoza. Allí podremos continuar también evocando tantas tardes de gloria vividas; las otras -y empiezan a ser demasiadas- ya están olvidadas, gracias a que la memoria selectiva siempre nos protege.

Se ha hablado mucho estos días del Fondo Sur pero poco de Infantil. Y para muchos zaragocistas de antaño aquella esquinita entre Gol sentado y Tribuna fue nuestro particular paraíso futbolístico de los domingos durante algunos años, nuestro primer contacto con La Romareda, el que crea adicción, como demuestra que sigamos ahí varias décadas después. Al principio nuestros padres nos dejaban en la puerta y nos recogían al acabar; al final ya íbamos en grupo con los amigos, como orgullosos adolescentes. Siempre deseando llegar pronto para poder situarnos en la primera fila. Se veía peor el partido, pero tenía premio, porque cuando el 7 de los Magníficos se acercaba a sacar un corner, precisamente en aquella esquina, todos estirábamos la mano gritando ¡Canario, Canario! y él, magnánimo, nos rozaba con la suya cuando iba a colocar la pelota.

José María Serrano Sanz es académico de Ciencias Morales y Políticas y catedrático de Economía

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión