Cartas al director de HERALDO: Gracias a mis maestros
Gracias a mis maestros
Emocionar con la palabra, emocionar con la mirada, transportar al otro a tu mundo y, cuando lo tienes en tus manos y a tus pies, arrastrarlo y enamorarlo. No existe satisfacción más profunda ni más íntima que ver cómo el otro se refleja en tus pupilas demandando más de ti.
Quizás la enseñanza sea eso, conmover, vencer al alumno en la contienda diaria de la clase y conquistarlo mientras las palabras se deslizan y se precipitan como fina lluvia hasta caer en un pozo muy hondo pero lleno de luz, el de su pensamiento. Y el hechizo surge sin pretenderlo. Todos recordamos a algún maestro o profesor que, cual brujo, nos embelesó con sus artificios y aún hoy seguimos admirándolo por ello, no lo olvidamos. A ese altar elevo a mi querida profesora de Griego doña Esperanza Ducay, si se me disculpa el apunte personal. La evoco como un ejemplo de entusiasmo y de sabiduría, un modelo de educadora que transmitía con desbordante pasión y sabía prender en sus alumnos la chispa del deseo de aprender. Vienen a mi mente aquellas sentidas palabras que pronunció Federico en la inauguración de la primera biblioteca pública de su pueblo, Fuente Vaqueros: bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Yo añado: qué transcendental cruzarme en el camino con personas que delicadamente me enseñaron las primeras letras de mi niñez, que un día otoñal, dejando a un lado sus propios pesares, tomaron mi manita entre las suyas, me dieron su calor y ya no me soltaron nunca… Así fue, con su generosa dedicación y su anonimato más absoluto, como la vida se abrió ante mí.
Isabel Pascual Cebrián. ZARAGOZA
Ante la escasez de médicos
Sigo con especial interés las noticias sobre la escasez generalizada de médicos y, aunque ya se llega tarde para mejorar la situación a corto plazo, se me ocurren algunas medidas que podrían ayudar para el futuro. En primer lugar, aumentar las plazas en las facultades de Medicina. En la pasada década de los ochenta el número de médicos en paro en España se aproximaba a los 35.000 y, por supuesto, estaban cubiertas todas las plazas, hasta en los rincones más apartados de nuestra geografía aragonesa, a pesar de la falta de medios (los profesionales teníamos que dotar los consultorios locales con material, poner nuestro vehículo, teléfono, etc., al servicio de la Administración y soportar guardias de 24 horas sin remunerar). Sin llegar a ese extremo, es obvio que, si se incrementaran las plazas en la universidad, la situación se aliviaría dentro de diez o doce años. Y, para un plazo más inmediato, igual que hizo el ejército con sus pilotos, se podría legislar que los especialistas formados en el sistema público tuvieran que firmar un compromiso para trabajar en él un determinado número de años. Y también que se aplicase una carencia de varios años para que después de hacer una especialidad se pudiera hacer otra distinta.
Pedro Abad Monesma. MÉDICO JUBILADO. ZARAGOZA
El ministro y los museos
Anda muy empeñado el ministro de Cultura en la devolución de los bienes incautados por el franquismo así como de algunas donaciones de bienes culturales realizadas por otras naciones hermanas al Estado español, además de descolonizar el patrimonio que tenemos en los museos de la época en la que en el imperio español no se ponía el sol. Es incomprensible que un diplomático se empeñe en no reconocer que durante tres siglos fuimos españoles todos los integrantes del imperio, no colonias. Se apoya en la ley de memoria histórica, a la que se agarra una mitad de España contra la otra mitad. Pero nada dice el ministro de devolver los bienes expoliados por la Generalidad catalana después de que milicianos anarquistas quemaran el monasterio de Sijena. Hasta Durruti se enfadó al ver que se había destruido y profanado semejante joya arquitectónica e histórica. Se le atribuye la siguiente frase: «Cerrad este recinto y montad una guardia, porque una fotografía de esto nos hará más mal que todos los cañones fascistas juntos». La Generalidad se comprometió a devolver las obras cuando acabara la guerra, una vez restauradas, eso nunca ocurrió y las pinturas están desde 1940 en el museo de arte de Cataluña. Bien podría el ministro preocuparse por devolver el patrimonio dentro de España y dejar la descolonización para otro momento. Pero, casualidad, el ministro es catalán.
Agustín Aznar Sánchez. ZARAGOZA
Sanidad pública, entre el caos y el colapso
Es estrategia habitual de los políticos atribuirse los éxitos de su gestión al frente de un gobierno o de una autonomía y achacar los fracasos al gobierno anterior si ha sido de distinto color. Es lo que hizo Jorge Azcón en la última sesión de control a su Gobierno respecto a la sanidad pública. La portavoz socialista y líder de la oposición, Mayte Pérez, le acusó de caos absoluto en el medio rural y Azcón replicó con que el Gobierno anterior dejó la sanidad en una situación de colapso inminente. Nada nuevo bajo el sol. Caos o colapso, por una o por otra parte, la casa sin barrer, la sanidad pública, perdiendo calidad y este verano 596 camas cerradas en Aragón, que es lo que preocupa a los ciudadanos.
Martina Pellejero Cuéllar. ZARAGOZA
Políticos que nos avergüenzan
No se nos puede conocer a los aragoneses por los errores de los políticos que nos gobiernan y nos avergüenzan. Se empezó la legislatura con la impresentable elección de la presidenta de las Cortes, con sus comentarios en redes: de todo, menos democráticos. Su nula educación nos llevó a las portadas de todos los medios. Y sigue en el cargo. Ahora le toca al vicepresidente del Gobierno de Aragón. Hablar con un ministro del Gobierno de España llevando un micrófono y difundir la conversación sin autorización... y encima, echar la culpa a sus subordinados. Su nula educación nos lleva a las portadas de todos los medios. Lo más democrático y sano que esperamos los ciudadanos de bien es sus relevos; si no es así, ¿en qué lugar nos dejan a los aragoneses los políticos que nos gobiernan? Tome medidas, Sr. Azcón, los aragoneses no deberíamos tener que avergonzarnos de nuestros políticos.
Ángel L. Alejandre Cruz. ZARAGOZA
Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas. cartas@heraldo.es
(Puede consultar aquí todas las cartas al director publicadas en HERALDO)
