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Cartas al director de HERALDO: El futuro de nuestros pueblos

Imagen del pueblo abandonado de Escó
Imagen del pueblo abandonado de Escó
Oliver Duch

El futuro de nuestros pueblos

Las necesidades de un ser humano del siglo XXI no pueden ser satisfechas los doce meses del año en un pueblo de menos de 500 habitantes. Por ello, los esfuerzos en medidas absurdas para repoblar los pueblos son una pérdida de tiempo y de dinero, y así es como lo ve la minoría que de verdad habita esos territorios por voluntad propia. 

La fórmula, quizás, pasa por asumir verdades y adelantarse a lo que, por desgracia, ocurrirá con miles de pueblos en un plazo de no más de cincuenta años. Esa futura situación no es otra que la conversión de pueblos en comunidades vacacionales rurales (algunos ya lo son). Con la excepción de aquellos milagrosos pueblos pirenaicos, como la Val d’Echo, que se mantienen vivos, una multitud de pueblos sufren la realidad de ser pueblos fantasma de lunes a viernes entre septiembre y junio, pasando a ser auténticos ‘resorts’ rurales en julio y agosto, triplicando o cuadruplicando la población, que, cuidado, no son turistas, sino descendientes del mismo pueblo al que solo van en verano. Y esto no se va a poder revertir y es absurdo luchar contra la naturaleza humana actual, esa de ‘me voy al pueblo a desconectar, pero no mucho’. Si asumimos esto, podremos preocuparnos de verdad por los pueblos, y eso pasa por hacerles la vida más fácil a las personas que voluntariamente viven ahí todo el año y que no quieren una pista de pádel o un rincón violeta en la plaza, sino una cobertura móvil de calidad, una ambulancia cercana o una administración menos burocrática, pues es incomprensible que un ayuntamiento que administra a 120 personas tenga las mismas obligaciones administrativas que uno que administra a 5.000.

Guillermo Carreras Ocabo. ZARAGOZA

Zaragoza, a vuestros pies

Miles de cachirulos se agolpaban para hacer de alfombra roja a nuestros mañicos, Naiara Aznar y Juanjo Bona. Con casi trato de altezas vitoreaban sus fans a estos jóvenes mañicos que han puesto el panorama musical patas arriba. Emocionados, con lágrimas en los ojos y poniéndose la mano en el corazón, conseguían hacer vibrar al público y sentían el calor y el cariño de su tierra. Esa que los vio crecer y que les abrió las puertas a un nuevo mundo. Operación Triunfo les ha cambiado la vida y su público, entregadísimo, les devolvía con creces todo el amor que ellos han profesado a su Zaragoza, a su Magallón y a Aragón entero. Porque si hay algo que nos caracterice a los maños es la humildad y el hacer sentir como en casa a todo aquel que tiene el privilegio de pisar nuestra tierra; y es que les hacemos sentir como en la suya propia. Lo habéis conseguido, lo estáis consiguiendo: sois uno de los mayores orgullos de nuestra tierra por vuestro talento, por vuestro carisma y sobre todo por vuestra amistad inquebrantable. Y ahora que estáis «levantando tanto el vuelo», como dice la jota de la Palomica, nunca os olvidéis de que volar lejos siempre será un motivo para regresar a donde el corazón se acelera cuando ve un cachirulo anudar.

Analía Rueda Pérez. MALLÉN (ZARAGOZA)

Nuestras tropas en el exterior

Nuestro agradecimiento a los militares artilleros que han estado en el contingente con el que España contribuye a la defensa antiaérea contra misiles en la ciudad turca de Adana, dando continuidad a la operación de apoyo de la OTAN en Turquía. Lo mejor de estos contingentes que tenemos desplegados los españoles, unos cuantos por todo el mundo, es que no se les oye. Pasa desapercibido que cientos de hombres y mujeres se ausentan de sus hogares muchos meses para realizar estas labores humanitarias y defensivas. Hacen el trabajo de manera excepcional para mantener los compromisos de España. Están para proteger la paz de España y de los países a los que van destinados. Y no se les oye. Trabajan de forma magnífica, esa es la calidad profesional y humana de nuestras tropas, cada día más especializadas. En todos los países a los que van nuestros soldados se les quiere, admira y respeta. La población civil deberíamos darles un cordial agradecimiento a todos estos hombres y mujeres que nos ofrecen un plus de seguridad en esta sociedad actual mundial, que es muy convulsa. ¡Brindo por ellos!

Alfonso Azorín Corral. ZARAGOZA

La ciudad y sus árboles

Leo en la prensa que la alcaldesa de Zaragoza recoge el Premio Árbol con el que ha sido reconocido el Ayuntamiento por su estrategia Zaragoza Natural. Hace unos días envié una queja al Ayuntamiento porque están dejando morir varios ejemplares de abeto (algunos muertos ya) en el entorno de los Lagos de Penélope Cruz en el barrio de Valdespartera. Les han quitado el riego por goteo y se están secando. La respuesta fue pura demagogia, por lo que les insistí en que siguieran regándolos igual que hacen con las grandes extensiones de césped de la ciudad, que consumen anualmente una cantidad indecente de litros de agua. No he obtenido respuesta. Así pues, el Premio Árbol al Ayuntamiento de la ciudad y el Ayuntamiento dejando que se sequen los árboles consolidados. Sin comentarios.

María José Hernández Arnal. ZARAGOZA

De Fanlillo a Fiscal

Llegamos a la paz de Fanlillo, pero el desasosiego viaja en la zona vip de mis ojos. Miro el paisaje mas el ataque de Hamás a Israel no me deja ver. Hago un esfuerzo para sobreponerme, disfrutar del canto del abrevadero que hay en las afueras de la aldea, pero la cabeza del conflicto me tapa los sentidos. Serpentea una sinuosa senda asida de sombras. Ansiosa, La Pardina Fenés nos saluda sin ganas. En su cara se adivina el peso de los años. Pero no queremos saturar de ruidos su silencio y nos vamos hacia Sasa de Sobrepuerto. Todo es silencio. Todo es calma. Solo los pájaros ponen el acento para enfatizar el mutismo del espeso bosque. Una suave brisa nos acaricia al arribar a la ermita de San Salvador. El impetuoso espino albar contrasta con las humildes violetas y las sinceras hepáticas nobilis… Pero no compiten, se funden para construir en el aire un castillo de colores y aromas embriagadores. Tanto, que casi me hicieron olvidar el conflicto entre Hamás a Israel. Dios mío, haz que paren. Bajamos por una empinada cuesta que cruza la autovía que conecta Sabiñánigo con Fiscal. Se oye la risa de un riachuelo. Mientras tanto, mi pecho con mi cabeza se entretienen riñendo...

Venancio Rodríguez Sanz. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas. cartas@heraldo.es

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