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Cartas al director de HERALDO: Viajando con un perro en el Ave

iajando con un perro en el Ave
iajando con un perro en el Ave
Andrii Rakov | Freepik

Viajando con un perro en el Ave

Cojo el AVE en Zaragoza con destino a Barcelona, acompañado de mi mascota: un perro de menos de 10 kilos de peso, en su correspondiente transportín. 

Minutos antes de llegar a Barcelona, va incómodo y sale del mismo. Lo llevo agarrado con la correa, no ladra, no ocupa plaza, ni molesta al resto de los pasajeros. Un empleado de Renfe me recrimina que la mascota tiene que ir dentro del transportín. Le contesto que lo que tiene que hacer Renfe es habilitar espacio para ellos. A lo que me responde que ya sé las condiciones del billete que he comprado. Efectivamente, las condiciones que Renfe no cumple: billete básico con plus de 10 euros por mascota, en transportín de 60 x 35 x 35 cm. A pesar de pagar un suplemento, te asignan el mismo espacio que al resto de los viajeros, y la mascota tiene que viajar a tus pies. La medida máxima de transportín permitida no cabe entre los asientos, y los transportines más pequeños, cuya comodidad para las mascotas es menor, te obligan a hacer malabares para colocar al perro y tus pies. Exijo que los transportines de mascotas tengan un espacio propio, como las bicicletas, los carritos de bebé o las sillas de ruedas. El señor de Renfe insiste en que introduzca a mi mascota en el transportín. Al llegar a Barcelona, y esperando que el tren entre en la estación y abra las puertas en Sants, llevo a mi perro cogido de la correa para bajarlo en brazos. Este señor viene a por mí, me llama por mi nombre de pila, y me dice que voy a recibir una sanción. A la espera estoy de recibirla, para tomar las medidas oportunas. Obviamente, nada más llegar a Barcelona puse una reclamación.

Carlos A. Fernández García. ZARAGOZA

Señales en otro idioma

Han aparecido en Zaragoza unas señales escritas la mitad en español y la mitad en un idioma que no conozco, y que no tengo por qué conocer. Están al parecer reservando unas plazas de aparcamiento para algo en un espacio público, porque la palabra ‘reservado’ sí que está en español, y la entiendo. Como la otra no la entiendo, y ninguna ley me obliga a entenderla, la ley me ampara para ignorar esas señales y ocupar esas plazas de aparcamiento con todo el derecho legal cuando me sea cómodo hacerlo. Sé que la Policía respetará ese derecho mío y no me denunciará.

Rafael Lombar Gimeno. ZARAGOZA

La verdad es lo que es

‘Verdad’ es la conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente, de lo que se dice con lo que se siente o piensa. Pero el político engaña y confunde, el abogado defensor lo intenta, la Iglesia niega sus problemas y el obrero y el empresario, si pueden, se engañan. Sin olvidar que el miedo al castigo nos hace mentir. Entonces, ¿quién dice la verdad? «De la mentira y el engaño, es posible que hayan de usar muchas veces nuestros gobernantes, por el bien de los gobernados» (Platón). Porque ‘verdad’ es un juicio o proposición que no se puede negar racionalmente. ¡Hasta un reloj parado tiene razón dos veces al día! En la ciencia no se puede probar que algo es absolutamente verdad pero se puede probar que algo es absolutamente falso. La verdad ilusoria es cuando la repetición de una mentira acaba ocasionando que sea percibida como real. Y dos verdades contrarias no son posibles. La verdad, a veces, duele porque ofende, pero la vida debe ajustarse a la verdad. Y el problema lo tiene el ofendido y no quien dice la verdad. Mentimos por ignorancia, pero también tras un interés económico, emocional o personal. Y por supuesto, político o religioso. Es una subjetividad, porque en cada persona hay una verdad que fomenta la ética y la moral, aprendiendo a distinguir el bien y el mal. En nombre de la verdad muchos han matado y no pocos han afrontado valientemente la muerte. «La verdad es lo que es y sigue siendo verdad aunque se piense al revés» (Machado). Debería ser directriz de nuestras vidas, pero hoy, lamentablemente, poco importa la verdad. Y desgraciado quien a sabiendas se deja engañar. Amable lector, ten cuidado con el engaño. El 45% de las personas son infieles... y esto es verdad.

Jesús Añaños Vinué. ZARAGOZA

Últimas caballerías, los primeros tractores

Con callos en las manos, dolores de riñones, helados de frío, asados por los calores, desgarros en las ropas, mal calzados, para comer

cuarto y mitad de chuletas de carnero, asadas con los sarmientos del viñedo, que era la comida de casi todos los obreros. A trabajos penitentes estábamos acostumbrados, con la cabeza casi en el suelo, dolores de riñones, últimas caballerías, los primeros tractores, hasta coches nos llegaron, por patronos nos teníamos. Luego vinieron otros cultivos, por ejemplo, los frutales, todos pusimos árboles hasta en ribazos y rincones, contábamos las cosechas hablando de millones. La huerta del Jalón, selvas tropicales parecían. Con tanto verdor, y agua por los brazales. Llegaron las multinacionales, dejamos la agricultura e incluso los animales. Dejamos los pueblos, llenamos las ciudades, luego hablaremos de la España vaciada. Dios quiera que las próximas generaciones no tengan que volver a estas ocupaciones que nos dejaron nuestros mayores.

Mariano Remiro Monteagudo. Épila (ZARAGOZA)

Los hábitos automáticos

Los hábitos automáticos que los seres humanos van adquiriendo a lo largo de la vida, constituyen los verdaderos fundamentos de su maestría o especialización. Cierto es que hasta el momento en que quedan incorporados definitivamente, requieren de un cierto coste en las personas, pero, una vez conseguido ese objetivo prefijado, permiten fluidez, velocidad y destreza. Ahora bien, mientras los beneficios son que esa repetición nos hace dejar de pensar haciéndolos casi de modo inconsciente, los inconvenientes son que esa automatización, con el paso del tiempo, da lugar a un ligero declive en el desempeño por la aparición de errores. Y es que siempre que estemos vivamente interesados en maximizar nuestro potencial, hemos de tener en cuenta que, siendo muy favorecedores en el cumplimiento de nuestras metas, los automatismos no son requisito suficiente para nuestro perfeccionamiento, ya que lo que se precisa es una combinación de hábitos automáticos y de practica deliberada.

Miguel Sánchez Trasobares. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas. cartas@heraldo.es

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