Este mes de julio, que se ha estrenado ventoso y tormentoso, ya se sabe que es tiempo de rebajas. Las tiendas exhiben sus descuentos y la clientela acude rauda en busca de una ganga con la que ahorrarse unos eurillos. Pero al margen del trasiego comercial, las rebajas no son dejan de ser otra cosa que una reducción de las expectativas, un momento en el que el comerciante entiende que para vender más tiene que ganar menos por cada producto.

Esto no solo ocurre en el comercio, sino en muchos otros ámbitos de la vida. Que se lo digan al presidente de EE. UU., Joe Biden, que llegó a un debate presidencial frente a Donald Trump con ganas de demostrar que sigue en forma y no pudo más que evidenciar sus flaquezas física y mental. Uno un día es el hombre más poderoso de la tierra y al siguiente el New York Times te dice que te ha llegado la hora de la jubilación.

Como en el comercio, a veces, dar un paso atrás en lo que uno exige es la vía para llegar a un acuerdo, una solución buena para todos. Con cesiones de unos y otros, socialistas y populares han logrado un pacto para renovar el Consejo General del Poder Judicial, algo que después de cinco años de bochorno ya iba siendo hora.

También en esto de las rebajas confluye el principio de realidad, por el que uno tiene que elegir en ocasiones entre lo malo y lo peor. Lo sabe bien el jefe del Ejecutivo aragonés, Jorge Azcón, que tenía claro que quería gobernar solo, pero llegaron las urnas y le dieron un diputado menos de los que necesitaba. Era o Vox o volver a votar y el PP tuvo que coger la mochila de la derecha radical y su ruidera. Así es la vida, como suele decir el presidente cuando se pone pragmático.

En estas Vox dice que si las comunidades en las que gobiernan con el PP se atreven a aceptar inmigrantes llegados de Canarias ("ilegales" llaman ellos a casi 6.000 menores no acompañados), las coaliciones autonómicas podrían saltar por los aires. Lo afirma con la gallardía del que está convencido de que los populares darán su brazo a torcer por eso de estar en minoría. En el PP replican que fuera de los gobiernos hace frío. Pero no hay que olvidar que estamos en julio. ¿Para quién serán las rebajas?

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