Cartas al director de HERALDO: Contra el consumo excesivo, sobriedad

Contra el consumo excesivo, sobriedad

Te has cambiado el móvil?".  "Sí, ya tenía tres años y han sacado uno con más prestaciones. Mira qué fotos…". Los papas y otros dirigentes proponen un consumo más frugal, respetuoso con el medio ambiente y con la dignidad de los trabajadores. La austeridad nos libra del consumismo o la tiranía de las cosas. 

La propaganda nos invita a consumir cada vez más, lo que supone trabajar más, y seguimos sin ser felices. Mas si no se compra, pueden objetar, quedan ‘stocks’ en los almacenes, las empresas van mal y se pierden puestos de trabajo. Sí, pero el ahorro debido a esa contracción del consumo se canaliza a la inversión, lo que crea a su vez puestos de trabajo en otros sectores o en empresas diferentes a las que han sido barridas del mercado por esa falta de demanda. Si queremos dar la puntilla a este capitalismo neoliberal nuestro, hagamos, los que disponen de una buena renta, una huelga de consumo superfluo; los parados están obligados a hacerla. Los países empobrecidos, con éticas del trabajo distintas a la de los países ricos, trabajan más y consumen menos que nosotros debido a un injusto sistema económico y al totalitarismo en algunas naciones. Además de cambiar esas estructuras injustas, el testimonio personal también es necesario. Por ejemplo, no tirar la comida, no comprar productos que explotan a quienes los fabrican, etc. Si todos llevamos un estilo de vida sobrio, honrado y pacífico, fruto de un cambio en el corazón, ¿qué pasaría?, ¿no sería el ambiente más sostenible?, ¿no estaría más cerca la nueva civilización que promueven los papas y otros dirigentes?

Javier Pueyo Usón. ZARAGOZA

Volveremos a Primera

He soñado y en el sueño todo era blanco y azul; era un sueño de primera división, en el que el Pilar, la Seo, la Casa Grande y hasta el Ebro coreaban tu nombre, un sueño donde sonaban con fuerza Amaral y cantes joteros; desde la ausencia, sonreían Carbonell, Labordeta y esos seguidores que contigo disfrutaron y sufrieron. Allí estaban los Magníficos, los Zaraguayos, París sin aguacero y los aficionados gritando ‘Zaragoza, te quiero’. He soñado y al despertar seguía viendo el blanco y el azul en la plaza de España, en las Delicias, en el Arrabal y en Torrero; en todos los barrios, en todos los pueblos, los corazones de los maños palpitan de emoción y de sus gargantas sale un rugido de león, es el rugir de quien confía, de quien desea, de quien espera ver a su equipo en primera división. ¡Volveremos!, ¡volveremos!, es el grito de la afición.

Fernando Marcén Letosa. LECIÑENA (ZARAGOZA)

Santa Rita Rita...

Dice el refrán que lo que se da no se quita. En esto deben de estar pensando muchos de los autónomos que, en Aragón y supongo que en el resto de España, están estos días recibiendo unas siniestras misivas de Hacienda en las que les informan de que tienen que devolver, en todo o en parte, las ayudas recibidas durante la pandemia. El Gobierno anunció a bombo y platillo estas ayudas: grandes titulares de prensa, programas en las televisiones lo repetían una y otra vez, las redes sociales afines echaban humo contando que el Gobierno no iba a dejar en la estacada a tantos pequeños empresarios cuya actividad se paró en seco. Pues bien, ahora llega el recado, de forma callada, silenciosa, sin anuncios, vía carta telemática personal a miles de aquellos autónomos, diciéndoles que hay que devolver el dinerito. En su día, las personas que querían solicitar la ayuda tuvieron que pasar por un filtro bien fino para conseguirlo. Hoy les dicen que, ¡vaya por dios!, el filtro tenía algún defecto y el responsable, por supuesto, es el ciudadano receptor de la ayuda que, ahora, tiene que pasar otro infierno burocrático para argumentar que si el filtro tenía defectos era culpa de quien lo hizo y no suya. Esto es parecido a las ayudas para comprar un coche eléctrico. En otros países de Europa el descuento lo aplican en el propio concesionario de forma inmediata. En España, primero lo pagas y luego te enfrascas en unos trámites que duran, de media, dos años. Si finalmente recibes el descuento, Hacienda te informa al año siguiente de que quiere su parte; eso sí, sin ruido y discretamente. Habría que cambiar el refrán de santa Rita por este otro: "Lo que hoy te da, mañana te lo quita".

Mariano Domingo Oset. ZARAGOZA

Zaragoza y la accesibilidad

Recientemente, la reina Letizia otorgó al Ayuntamiento de Zaragoza el Premio Nacional de Discapacidad por el modelo de movilidad implantado, según el cual se compromete a fomentar la accesibilidad universal y a hacer de Zaragoza una ciudad amable, accesible e inclusiva. Para alcanzar estos objetivos tan ambiciosos se precisan zonas de aparcamientos para vehículos de discapacitados que nos permitan disfrutar de pequeños paseos por zonas de la ciudad. Sin embargo, últimamente estas plazas se han visto mermadas por los ‘carsharing’. Así, por ejemplo, en la plaza de los Sitios se han destinado dos zonas para el aparcamiento de estos vehículos privados y ninguna plaza para vehículos de discapacitados. Dado que, según el portavoz del Ayuntamiento, Zaragoza atiende a quien más lo necesita, sería de agradecer que se interesasen por favorecer al eslabón más débil de la sociedad.

María Pilar Vallés Liberal. ZARAGOZA

Financiación de Cataluña

Cataluña es una región muy especial, razón por la cual supongo que requiere de una financiación también especial, que ajuste su idiosincrasia y su inserción en España. Sin embargo, me parece que no someter este debate a la globalidad de los distintos entes estatales sería un error imperdonable. No se puede obrar por decreto en algo de tamaño calado, como tampoco se puede someter tal financiación al debate de investidura de su órgano de gobierno. Soy el primero que reconozco que la actual España cainita, polarizada, no está para debates. Nuestras Cámaras son la prueba palpable de su esterilidad. Tampoco creo que la repetición electoral, el último argumento de los perdedores, sea la solución. En cualquier caso, es este engendro de poder institucional del que disponemos. No podemos obviarlo por el empecinamiento con nada ni de nadie.

Enrique López de Turiso. ZARAGOZA

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