La fragilidad de Biden es su peor enemigo
El debate preelectoral en televisión entre Joe Biden y Donald Trump ha mostrado a un presidente lastrado por la debilidad física y a un rival demagógico que utiliza sin rubor la mentira.
Si el candidato demócrata trataba de demostrar que sus 81 años no deberían preocupar a los votantes, ha fracasado en el intento. Por el contrario, se han evidenciado sus carencias incluso ante un aspirante que solo es tres años menor que él y que, además, es un delincuente convicto. A cuatro meses de las elecciones, Biden ha dejado claro que su propia fragilidad es su peor enemigo.
La pobre actuación de Biden en el debate contra Trump ha puesto por fin sobre la mesa lo que hasta ahora eran recurrentes murmullos dentro de Partido Demócrata: necesitan otro candidato para ganar las presidenciales de noviembre. Una inquietante amalgama de frases incoherentes, datos olvidados, ideas inconexas, murmullos y balbuceos del actual inquilino de la Casa Blanca ha desatado el pánico en su propia formación. Militantes y analistas hacen balance de una noche que catalogan de "desastrosa". El cara a cara en la CNN ha dejado claro por qué más del 85% de la población, incluidos demócratas, piensan que Biden está demasiado mayor.
Destacados miembros del partido han hecho saber ya que debería retirarse de su pugna por un segundo mandato a la vista de su manifiesta incapacidad. Si bien se trata de una situación insólita en la historia del país, hay todavía posibilidades para un relevo. Entre los futuros escenarios están la retirada voluntaria del presidente, que llevaría al partido a elegir a un nuevo candidato, o que el mandatario se niegue a claudicar y los delegados deban forzar su salida. De una u otra manera, todo está abierto en la carrera presidencial de la primera potencial mundial.
