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Cartas al director de HERALDO: El tesoro de la jota, en Garrapinillos

Imagen de archivo de bailadores en 2018.
Imagen de archivo de bailadores
VERÓNICA LACASA

El tesoro de la jota, en Garrapinillos

Año tras año, mientras la Agrupación Cultural El Cachirulo siga enseñando el canto y el baile de la jota, cuando me convocan a Garrapinillos me dispongo a las emociones. Comenzó el programa con un chiquillo de cuatro años, que moduló, que cantó y que no se arredró... ¡Bravo! 

Para entrar en materia, cantaron el coro y bailaron las niñas el Bolero de Caspe; nunca se cansa un aragonés de oír y de ver bailar esa pieza. El programa estaba repleto de novedades y de voces delicadas, subían los decibelios al unísono con los latidos del corazón. El curso pasado, mi nieta Lola había cantado con un pulso, una voz y un temple más allá de lo que podía exigirse a sus seis años; este año nos deleitó, porque sus maestros de la Agrupación dejan su impronta educadora, con una jota de estilo "Amor mío no me mandes al campo tan de mañana...". Las joteras y joteros veteranos cantaron primorosamente "Amanece en el valle...". Y apareció la voz de una de las hermanas Barona, futuro prometedor de nuestro canto regional, porque tiene temple, cadencia, respiración y un sonido a la vez brillante y aterciopelado, dulce y decidido. Fue el momento culminante de la función. Si el primer intérprete había sido un niño, a los postres no se arredró una jotera de noventa años, con fortaleza, bravura y corazón. Queridos componentes de la Agrupación, os seguiré allá donde pueda para seguir aprendiendo, disfrutando y poniendo vuestro esfuerzo y vuestro saber en conocimiento del público de Aragón. No podemos dejar perder este tesoro nuestro. Queridos alumnos y alumnas, ¡ánimo, adelante y hasta el próximo curso! Enhorabuena.

José Javier Forcén Ruiz. ZARAGOZA

Obras en el patio del colegio La Jota

Las obras que está realizando el Ayuntamiento de Zaragoza en la demolición de una nave junto al CPI La Jota están dejando el patio del colegio sin la protección adecuada para que los niños puedan salir a jugar con total seguridad. Esta situación viene sucediendo desde el pasado mes de abril. En las sucesivas reclamaciones que se han realizado se ha dicho que se resolvería esta situación para dejar el patio de recreo en las condiciones anteriores. Estamos llegando a final de curso sin que se haya resuelto el problema. Sigue estando una valla provisional y el riesgo para los alumnos del colegio del barrio de la Jota que no pueden disfrutar de su patio de recreo. Tanto los profesores como los padres pedimos al organismo que corresponda que se pongan de inmediato los medios necesarios para dejar el patio en las condiciones adecuadas para ser utilizado sin riesgo para los alumnos.

María Pilar Pérez Fantova. ZARAGOZA

Zaragoza, enemigo de Aragón

Zaragoza ha superado al fin los 750.000 habitantes. ¡Enhorabuena! ¡Pero el resto de Aragón también existe! De las 17 comunidades autónomas, Aragón es la cuarta en extensión; en cuanto a población, es la undécima. Esto quiere decir que encontrándose entre las más grandes también está entre las más despobladas. Esto viene agravado por el hecho de que esa escasa población está concentrada en un 60% en la ciudad de Zaragoza. La despoblación es mucho mayor por tanto en el resto de la provincia y en las otras dos, Teruel, con 135.294 habitantes y Huesca, con 229.028. En 1960 (hace sólo 64 años, muchos ya habíamos nacido), estas mismas poblaciones eran: Teruel, 215.183, Huesca, 233.543 y Zaragoza 264.256. Cuando se comentan estas cosas, la gente suele quedarse más bien fría, sobre todo si residen en la capital. Aquí no falta de nada y se vive muy bien, dicen. Como la gente no suele ser tonta, tiende a trasladarse hacia donde tiene a su disposición los mejores y más variados servicios. Por eso se ha generado un círculo vicioso (la famosa pescadilla que se muerde la cola). Cuanto mayor porcentaje de la población de Aragón reside en Zaragoza capital, mayor número de servicios hay (detrayéndolos muchas veces del resto de la Comunidad). A más prestaciones beneficiosas, más gente acude a vivir allí. Al aumentar la población de nuevo, más y más prestaciones… Pero, aunque no se reconoce públicamente, semejante desproporción provoca vulneraciones en los derechos de los habitantes, que no reciben la misma atención según dónde residan. Toda esta introducción me sirve para entrar en un tema que me parece más que sangrante, sin que se les mueva el flequillo del suspiro a los nobles próceres que dirigen nuestra Comunidad. Mientras Zaragoza capital concentra a pleno rendimiento toda la asistencia sanitaria pública cubierta, el resto de Aragón se encuentra en una situación que, de lamentable, empieza a resultar ya tercermundista, deteriorándose alarmantemente cada día que pasa. Como el análisis de estos datos supone otra carta. En caso de que ésta se publique y merezca algo de atención, espero poder enviar la segunda parte.

Daniel Laliena Clemente. Huesca

Entre el amor y el odio

Según el diccionario el amor es un sentimiento de afecto, cariño y solidaridad que una persona siente hacia otra, y el odio es un sentimiento de antipatía, aversión y rechazo. Así, el amor y el odio son consecuentes con el ser humano. La cuestión es saber si nuestros sentimientos son naturales y racionales o estamos permitiendo que nos engañen y traicionen. Si nuestro hijo o nieto no desarrolla odio por la violencia o la droga –ya hemos visto que eso puede llegar a amarse más que a las personas que te dieron la vida–, ¿debemos intentar motivar un sentimiento de aversión en él? Si no lo intentamos, ¿dónde está nuestro amor? Ayer no pude por menos que pararme ante una joven madre que llevaba un carrito con un bebé y un niño como de año y medio, andando sujeto al carrito. Ella estaba fumando de modo tan despreocupado que echaba el humo a los niños, además de a los viandantes. Creo que ya todo el mundo debería saber que el veneno del humo del tabaco puede enfermar con un cáncer al fumador pasivo, y recortar el desarrollo de un niño. Bien, en este caso, la madre se ama a sí misma, o se da el placer de la droga porque ama ese placer más que a sus hijos. Pues esa actitud, desde mi anticuado concepto, es odiosa. Aunque no tenga un sentimiento de odio hacia la persona, sí lo tengo hacia un mundo que trata al ser humano como mercancía sin ningún escrúpulo. Creo que sin ese odio nunca mejoraremos. Menos mal que "hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar" (2 Pedro 3:13).

José Luis Sancho Sánchez. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas. cartas@heraldo.es

(Puede consultar aquí todas las cartas al director publicadas en HERALDO)

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