Se cumplen hoy diez años de la proclamación de Felipe VI como Rey de España. Tras la abdicación de Juan Carlos I, accedió al trono con la promesa de encarnar "una monarquía renovada para un tiempo nuevo". 

Con las directrices de ejemplaridad y transparencia, emprendió su andadura como Jefe del Estado haciendo honor al compromiso que expresó en su discurso de proclamación. Su fidelidad a la Constitución, su sintonía con las preocupaciones de la sociedad y su exigente actitud ejemplarizante marcan el camino al resto de las instituciones del Estado para fortalecer nuestra democracia.

Estos diez primeros años de reinado no han sido fáciles ni han estado exentos de adversidades. De hecho, don Felipe inauguró su mandado en plena crisis del ‘procés’ y coincidiendo con el fin del bipartidismo. Después llegó la pandemia y las guerras en Ucrania y Gaza. En todos estos episodios ha desempeñado un papel fundamental como jefe del Estado. Así lo confirman distintas encuestas, que expresan que la mayoría de los españoles consideran que la Corona está hoy mejor que en 2014 y que el Rey goza de mucho mayor respaldo social que cualquier líder político.

Felipe de Borbón ha actuado siempre guiado por la letra y el espíritu de la Carta Magna y con el objetivo de reforzar la credibilidad de la Corona como institución útil a la sociedad, en la línea de las mejores y más desarrolladas monarquía parlamentarias occidentales. Así, en la esfera institucional, ha ejecutado relevantes reformas en la Casa Real para modernizarla y hacerla más transparente. Con la princesa Leonor acabando su primer curso de formación militar y universitaria en la AGM de Zaragoza, Felipe VI celebra hoy el primer decenio de su reinado, un periodo fértil en el que ya ha logrado afianzar decisivamente el prestigio de la Monarquía española.