Opinión
Suscríbete

Más allá de los centros de datos

La computación en la nube es ya una parte esencial de la economía.
La computación en la nube es ya una parte esencial de la economía.
Krisis'24

Según la multinacional IBM, "un centro de datos es una sala, edificio o instalación física que alberga infraestructura de tecnología de la información (TI) para crear, ejecutar y entregar aplicaciones y servicios, además de almacenar y gestionar los datos asociados con dichas aplicaciones y servicios". 

Y sigue con su descripción señalando un aspecto clave: "Durante los últimos años, los centros de datos han pasado de ser instalaciones en local, de propiedad privada, con controles estrictos, que albergaban infraestructura de TI tradicional para uso exclusivo de una compañía, a ser instalaciones remotas o redes de instalaciones de propiedad de proveedores de servicios ‘cloud’ (en la ‘nube’) que albergan infraestructura de TI virtualizada para uso común de varias empresas y clientes".

Los centros de datos son esenciales para el nuevo capitalismo tecnológico y para la digitalización de la sociedad, pero consumen muchos recursos y dejan en el territorio donde se sitúan poco valor añadido

Estos ‘data center’, como dicen en inglés, son edificios contenedores de una gran cantidad de equipos informáticos, como servidores, sistemas de almacenamiento y redes. Cada vez requieren más espacio y crecen en sus dimensiones. Se nos dice que son esenciales para la digitalización de la economía, es decir, para el funcionamiento de muchas empresas y organizaciones. Almacenan y procesan datos críticos, como información financiera, registros de clientes y correos electrónicos. Una buena parte de nuestra vida cotidiana transita por esas instalaciones. Tanto los edificios contenedores como su contenido necesitan espacio, energía y seguridad.

De hecho, están diseñados y gestionados para garantizar la seguridad y la disponibilidad de los datos. Esto incluye medidas de seguridad física, como control de acceso y sistemas de vigilancia, así como ‘firewalls’ y ‘software’ de cifrado. Pero sobre todo requieren de fuentes de energía confiables y sistemas de enfriamiento efectivos para mantener los equipos funcionando correctamente. Sin olvidar que deben estar conectados a redes de alta velocidad para que puedan acceder a los datos y compartirlos de manera rápida y eficiente. Los centros de datos son instalaciones críticas que consumen mucha energía y agua. Los operados por gigantes tecnológicos, como Google, Amazon y Microsoft, llegan a consumir varios megavatios por metro cuadrado. Y mucha agua para enfriarse. Este consumo masivo no es inocuo.

Habrá que pensar qué papel queremos asumir

Cuando se nos venden las maravillas de la digitalización y de estas ‘granjas de datos’ habrá que comenzar a preguntar a quién benefician de verdad. De momento sabemos que ni atraen ni retienen talento, necesitan muy pocas personas ‘in situ’, porque se operan telemáticamente. Los ‘racks’ con los equipos llegan de fuera y apenas dejan valor añadido en el territorio. Las grandes compañías tecnológicas están encantadas cuando ven asegurado su negocio sin correr riesgos. Parece que aquí nos sobra espacio, energía y agua. Con este modelo de ‘datacapitalismo’, no traerán investigación avanzada, sólo necesitan mano de obra barata para seguir manteniendo su cadena de valor. Si hasta la fecha éramos campeones en cuanto al número de cerdos per cápita, en poco tiempo lo seremos en almacenamiento de datos. Si como sabemos, con los cerdos, la cosa tiene su intríngulis, también con los datos.

Con esta política tecnológica estamos alimentando una posición subsidiaria y subalterna en los procesos globales de la economía digital. Mientras sólo seamos un ‘mega-hub’ de datos, estaremos muy lejos de las fantasías tecnocapitalistas que sueñan con hacer de Aragón, de nuestro país, un clon de Silicon Valley… Donde, por cierto, no sé si merece la pena vivir. Tendremos que estar alerta, no vaya a ser que con tanta promesa acabemos trasquilados como Pepe Isbert y el Villar del Río que imaginó Berlanga.

Chaime Marcuello Servós es profesor de la Universidad de Zaragoza

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por Chaime Marcuello en HERALDO)

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión