Opinión
Suscríbete
Por
  • Cartas al director

Cartas al director de HERALDO: El IRPF se olvida de la inflación

El IRPF se olvida de la inflación
El IRPF se olvida de la inflación
Pixabay

El IRPF se olvida de la inflación

Los ciudadanos estamos inmersos en una nueva campaña de la declaración de la renta (IRPF) para cumplir con nuestras obligaciones tributarias. Es el momento de denunciar la actitud del Gobierno en relación con este impuesto. 

Llevamos varios años en que la inflación ha superado los límites razonables y se ha convertido en un gran problema para los españoles, que han visto como se disparaban todos los precios de bienes y servicios, afectando gravemente a su economía. La crisis sanitaria provocó un ‘shock’ económico sin precedentes. Se estima en torno al 11% del PIB en el año 2021, una fuerte caída de la actividad y gran subida de los productos energéticos. Esto llevó a una inflación del 1,3% para ese año. Pero la reactivación posterior produjo una inflación desbocada, 8,4% en el año 2022 y un 3,49% en el año 2023. Con estos datos se llega a la conclusión de que la inflación ha supuesto en estos tres años un 13,49% de aumento de precios para todos los ciudadanos y ha golpeado con más fuerza a los empresarios, trabajadores, autónomos y clase media. Estos ciudadanos son los que se han empobrecido con la crisis y son los grandes olvidados del Gobierno. Son los que sostienen con sus impuestos a las Administraciones y servicios y los que soportan las nuevas cargas impositivas de gobiernos y ayuntamientos. Por ello es de justicia reclamar que el Ministerio de Hacienda cumpla con su obligación de deflactar las tarifas y tramos del IRPF de esos tres años, en la medida de la subida de la inflación (13%), de lo contrario incurre en expolio y abuso confiscatorio, que afecta a todos los contribuyentes.

José Martín Escudero. ZARAGOZA

Pequeños grandes empresarios

¿Qué pasa que hay tanto chico en la plaza de los Sitios?, preguntaba una señora. La respuesta: "Hay una convención de pequeños grandes empresarios". Como todos los años, chicos y chicas de 5º y 6º de Primaria de centros de Huesca, Teruel y Zaragoza que siguen el programa ‘Cooperativas escolares’, de Ibercaja y la DGA, montan sus tiendas en esa plaza para vender lo que han producido: atrapasueños, cuadros de figuras en cuerda, posavasos, llaveros, plantas naturales, perfumes, etc. Son cosas que han hecho con sus manos y ese día las venden. ¡Y cómo las venden! En definitiva, ellos y ellas serán en el futuro los grandes empresarios de Aragón. ¡Enhorabuena!

Carlos Hué García. ZARAGOZA

Aprender a leer, el primer paso

A los docentes que nos jubilamos este curso, el Servicio Provincial de Educación nos regaló, en un sencillo y entrañable acto, una maceta con una pequeña planta y una imagen de la colección de ilustraciones de Roberto L’Hôtellerie ‘As crabetas’, libro sobre la infancia tradicional del Pirineo. Para la ilustración se ha empleado la técnica ‘giclée’, que requiere una impresora de alta resolución. Es la cara y el torso de un niño que sobresale de un pupitre, en el que se aprecia el redondo hueco del tintero y el alargado para las plumillas. El niño tiene los ojos sobre la plana de un libro y con el dedo parece seguir los renglones que debe de estar leyendo. Puede que el encanto de la imagen en tonos grises haya bastado para aprobar el regalo, pero además ese fondo envejecido y ‘vintage’ le aporta profundidad humana. La introspección y la sensación de esfuerzo del muchacho con la lectura se alcanzan en la imagen. El niño se convierte en una realidad solemne, una experiencia seria, reservada a los momentos decisivos. Aprender a leer ha sido en la instrucción uno de los objetivos principales, en cada etapa con diferente dificultad; pero ese paso inicial de juntar sílabas para formar palabras tiene una hondura en la que no reparamos. La grandeza de lo cotidiano, en este caso el niño que en la escuela aprende a leer, necesita una gravedad artística, y esa imagen, entregada en papel rugoso y mate de acuarela, es un bonito recuerdo.

Javier Fatás Cebollada. ZARAGOZA

Patinete: lo que estuvo a punto de ocurrir

Quizás si no hubiera sido porque en ese momento, hace algunos días, me acompañó la suerte no podría dirigirme ahora a los lectores de HERALDO, mi lectura diaria y predilecta. Era por la tarde y salía yo del portal de mi casa sin prisa, acorde con mi edad, cuando, antes de poner el pie en la acera, me pasó por delante a toda velocidad y en sentido contrario a la circulación de mi calle un patinete conducido por un crío de apariencia de unos 11 o 12 años todo lo más, y que podía haber producido sin lugar a dudas una gran tragedia. No sé si la responsabilidad de tan sorprendente acto hay que achacarla a los padres y a la educación de ese hijo o a las autoridades, quedándome yo así sin más, como solemos hacer. Pero diré que lo que estuvo a punto de ocurrir, y para que no ocurra, merece una respuesta hacia los patinetes mucho más seria.

Mary Carmen Alejaldre Cabeza. ZARAGOZA

Un magnífico centro cívico

Por la ubicación de mi vivienda, pertenezco al centro cultural y cívico Salvador Allende, en Zaragoza. Son muchos años ya los que tengo que agradecer su existencia, por todas las actividades que he podido desarrollar; y asistir a conferencias, presentaciones de libros y exposiciones. Pero si tuviese que destacar alguna prestación de las que aporta, sería el servicio de su Biblioteca Ricardo Magdalena. Por allí hemos pasado tres generaciones. Los primeros años éramos usuarios de su fondo de libros, con nuestro carnet correspondiente. Después pasó a ser lugar de estudio de la segunda generación y ahora lo más entrañable es la visita a la parte correspondiente a Biblioteca Infantil. Allí hemos revivido una segunda juventud. Ese magnífico edificio –sugiero una visita– de estilo modernismo civil, realizado por el arquitecto D. Ricardo Magdalena, que da nombre a la Biblioteca, tuvo en un principio como uso el de matadero municipal. De ahí que muchos lo denominemos en lenguaje coloquial ‘el Matadero’. Hoy sirve para albergar aulas donde se dan clases de diferentes materias, dependientes de la Universidad Popular, y son un lujo de confort, especialmente el profesorado, con su preparación de las materias y paciencia con el alumnado. Finalmente, quiero destacar lo correspondiente al bar, a juegos y como centro de reunión de personas mayores. En este momento hasta puedes disfrutar de una comida equilibrada y a precio asequible. El apoyo que presta es invaluable. Gracias.

María Luisa Alonso Alcalá. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas. cartas@heraldo.es

(Puede consultar aquí todas las cartas al director publicadas en HERALDO)

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión