Opinión
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Guardar voltios y alegrías

La Torre del Agua, en Zaragoza.
Guardar voltios y alegrías
P. B. P.

Fernando Esteso en Aragón TV, en el programa de historia oral popular 'Tenía que ser de aquí'. Aitana Sánchez Gijón con Elena Rivera hoy en 'El tiempo de las mujeres' del Paraninfo… y desde mañana jueves Aitana –aleluya– en el Principal. 

Cada día hay más cumples sorpresa: la idea es generar buenos recuerdos: igual que se trata de almacenar energía, apresar sol y viento, urge renovar y conservar lo bailado. O sea, grandes fiestas (sin llegar, pero ya rozando, a Gatsby): la vida normal ya no basta: quizá por la pandemia (y el CRACK del 2008). También urge ensamblar misiles hipersónicos en casa. Y archivar gozos. El suplemento Tercer Milenio de ayer explica cómo almacenar energía gravitatoria aprovechando minas abandonadas, o sea, la gravedad clandestina: al fin se puede hallar un uso para la Torre del Agua de la Expo: además de esbelto hojaldre y escenario para revelaciones de nuevas inversiones la Torre del Agua podría servir para guardar energía en vertical… y que se pudiera ver el flujo desde los alrededores. Y la próxima Torre Nueva, de inminente erección por ímpetu de mecenazgo local, podría incorporar un tubo de energía gravitatoria que fuera práctico y didáctico, quizá el propio ascensor. En estos tiempos lo bueno, si útil, dos veces breve. Ah, que José Luis Cano y Pilar Sánchez Laílla van a publicar en Prames su versión abreviada de 'El Criticón' de Gracián. Las buenas 'news' siempre vienen en haces infinitos: así, el esencial libro de poemas de José Luis Gracia Mosteo en Olifante, “Campos de Aragón”: “Sueño un reloj sin agujas,/ con manzanas y ciruelas, / sueño la lluvia que cae, / sueño subir la escalera / que me lleva hasta el cielo / que bajo el campo me espera.” Aitana.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por Mariano Gistaín en HERALDO)

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