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Redactor jefe de Aragón en HERALDO DE ARAGÓN

La campaña invisible

Preparativos para las elecciones generales: papeletas y urnas se combinan con ventiladores y botellas de agua
La campaña invisible
EFE

Al margen de las controvertidas estimaciones de voto, en su último sondeo el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) preguntó a los ciudadanos por la relevancia que para ellos tienen estas elecciones europeas y sobre las motivaciones que les empujan hacia uno u otro partido. 

La mayoría se mostraba convencido de que la Unión Europea había beneficiado a España, pero no fue esta la única conclusión de interés: el 62% decía que los próximos comicios eran más importantes que los anteriores y casi un 75% quería una Eurocámara con un papel más relevante. Eso sí, cuando se les preguntaba por la razón íntima del sufragio, la realidad se estampaba en el porcentaje: el 63% dice que la política nacional es la que más va a pesar a la hora de decantar el voto.

Nadie duda de que estas elecciones son cruciales y que el juego de mayorías del Parlamento Europeo va a definir las políticas nacionales y regionales de los próximos cinco años. Pero no hay partido que no quiera ganar y, conscientes de que el votante prima la política interna sobre la exterior, PSOE y PP han arrojado toda la leña que tenían al asador de la amnistía, la memoria democrática, los pleitos de Begoña Gómez o los exabruptos del argentino Milei. ¿Pacto verde? ¿Inmigración? ¿autonomía en defensa? ¿Ucrania?

Ya pueden desgañitarse los candidatos aragoneses con la política hidráulica, las soñadas conexiones con Francia o la lucha contra la despoblación. Como el mensaje no lo replican los grandes líderes, que son los que dominan las corrientes de la campaña a golpe de argumentario, lo aragonés se desvanece hasta la invisibilidad. Solo los agricultores, con su capacidad de movilización, han logrado quebrar la atonía.

Con las encuestas del último día más ajustadas de lo previsto, nadie espera un reversión de la tendencia en la recta final. El mensaje emocional, la activación de los electorados propios y la minimización de riesgos lo van a dominar todo. Pasada la cita con las urnas y al margen del resultado, solo quedará la búsqueda de la siguiente pantalla en la campaña interminable que no va a parar.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por M. López en HERALDO)

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