Inteligencia artificial, ¿es progreso?

La inteligencia artificial es una gran mentira. Nos ofrece supuestos beneficios a cambio de dinero auténtico, un trueque de algo cierto por lo dudoso. Utiliza el lenguaje y las imágenes para sugestionarte necesidades falsas, pues desconoce las tuyas, y te propone un producto que entra a ser necesidad imperiosa, pues resolverá tus problemas; claro está, de una manera ficticia. 

La inteligencia artificial no crea nada nuevo, ahí siguen sin resolver los interrogantes que formuló la filosofía griega, pues no tiene creadores, sino programadores, no se te dará una información que previamente no le hayas introducido a la máquina. La publicidad, ayudada por la tecnología, ha roto el espacio y el tiempo e irrumpe en tu casa a cualquier hora para influenciar tu voluntad. Es el preludio de un futuro en el que utilizaremos la cabeza únicamente para llevar la boina. Son muchos los que han querido ver en la inteligencia artificial la piedra filosofal, nada más lejano, es que el hambriento con el pan sueña. Protágoras de Abdera (siglo V a. C.) trató de entender lo que le rodeaba, pero tiró la toalla exclamando que el tema era muy oscuro y la vida demasiado corta para resolverlo. Gorgias de Leontinos (siglo V a. C.) va más lejos y formula que nada existe, que todo son meras sensaciones del cerebro. Y es que la persona es capaz de formularse preguntas cuya inteligencia no llega a responder, los productos del cerebro humano son demasiado pobres. En el mundo del saber, los errores superan muchísimo a los aciertos, por ello el progreso es un camino arduo. ¿Qué dicen los sacrificados en Hiroshima que yacen en el Hades? "Muerte, grande fue tu victoria, ¿para qué nos sirvió el progreso?".

Isidoro Berdié Bueno. ZARAGOZA

Patinetes y responsabilidad civil

Juanito, de 16 años, es hijo de Juan y Ana, matrimonio que dada su edad y trabajando los dos aún están pagando la hipoteca del piso. Les quedan unos 120.000 pendientes y declaran en su renta conjunta unos 80.000. Ayer Juanito, en un despiste, atropella a un peatón (don Manuel), que resulta ser un profesional algo cualificado que en sus últimos cinco años ha declarado en Renta 120.000 de media y tiene 42 años, y ha quedado con unas lesiones que le impiden el desarrollo normal de su actividad profesional, por lo que calculando su jubilación a los 70 su vida laboral vale 3.360.000 euros (ya sé que hay baremos correctores en la legislación de seguros). Juan y Ana son responsables civiles de los daños causados por Juanito (véanse en internet los artículos 1.902 y siguientes del Código civil.). Consecuencias: La hipoteca no se puede seguir pagando, hay que vender el piso, y la familia tiene que apañarse como pueda con su nueva economía. No se contemplan los problemas emocionales, solos puros números. He huido de poner un ejemplo jocoso pues la cuestión no es una broma. Me ha recordado el problema un lector de hace unos días. Hombre, habrá que buscar alguna solución y la única que se me ocurre es el seguro obligatorio. Esto no es de derechas ni de izquierdas. Es puro sentido común.

José María Badía Gascó. ZARAGOZA

La odisea moderna de encontrar aparcamiento

En un alarde de creatividad, el equipo PP-Vox al mando del Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido la erradicación sistemática de las plazas de aparcamiento del entorno de la avenida de la Jota. Uno podría pensar que esta iniciativa forma parte de su inagotable ingenio para complicar la vida de sus ciudadanos. Pero no, es algo más vulgar, sólo su servilismo a los dictados de la infame Agenda 2030. Para empezar, han colocado estratégicamente plazas para motos en las esquinas, como si las motocicletas se hubieran multiplicado de la noche a la mañana. No contentos con eso, han desplegado un ejército de contenedores más grandes y en mayor número, como si la basura ahora se generara a un ritmo exponencial. Por cierto, ¿quién se ha beneficiado de la compra de dichos nuevos e innecesarios contenedores? Y no olvidemos la ampliación, en longitud, de algunas de las plazas para minusválidos. Si bien nadie cuestiona la necesidad de estas plazas, la expansión innecesaria de su tamaño, que no de su número, parece más un ejercicio de calistenia burocrática que una medida real de accesibilidad. Pero la obra maestra del Ayuntamiento es la prohibición de aparcar en aceras enteras, supongo que bajo la excusa de la visibilidad del conductor, como en la calle Felisa Galé o en gran parte de ellas como en Balbino Orensanz. En Felisa Galé el gobierno anterior se lució con un carril peatonal paralelo a plazas de taxi tan ineficaz como disparatado. Lógicamente, el actual no lo ha corregido. Es admirable cómo los diversos gobiernos de la ciudad han logrado convertir la rutina diaria de buscar aparcamiento en una verdadera odisea moderna. Han transformado cada rincón en un campo de batalla donde los conductores libran una lucha encarnizada por un espacio donde dejar sus vehículos. Así que, felicitaciones, queridos dirigentes municipales PP-Vox. Su ingenio para complicar la vida de los ciudadanos no tiene límites. Solo nos queda esperar su próximo movimiento proagendista 2030. ¿Tal vez una prohibición general de los vehículos privados? Al fin y al cabo, parecen decididos a convertirnos en expertos caminantes. Reflexión final: quejarse de que el PP aplique dictados de la Agenda 20-30 es lo mismo que quejarse de que un perro ladre o un gato maúlle. Pero, ¿para qué han votado algunos ciudadanos a Vox?

Robert Molla Pérez. ZARAGOZA

La ansiedad y la depresión

Desde la pandemia han aumentado mucho los trastornos mentales. Sobre todo la ansiedad y la depresión. Hay estudios que dicen que en el año 2030 la depresión será la primera causa de baja laboral e incapacitación. Por desgracia, hay personas afectadas que por prejuicios sociales de su entorno no acuden a profesionales de la salud mental. Otra cosa que sucede con frecuencia es que alguien diagnosticado de depresión o de ansiedad, cuando acude al médico con alguna dolencia, lo achaquen a eso y no se le preste la debida atención. Hay aún mucho que evolucionar para normalizar este tipo de enfermedades que nos pueden pasar a todos a lo largo de nuestra vida. El desconocimiento de que son transitorias y tienen cura nos hace caer en alarmismos y conclusiones falsas respecto a este tipo de enfermedades. Dadas las cifras del estudio antes mencionado, entre todos, podemos cambiar el futuro y que las cifras vayan en descenso.

Carmen García Morán. ZARAGOZA

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