Un hilo de Twitter (me cuesta llamarlo X) preguntaba hace unos días qué cosa ‘desinventarías’. Había respuestas para todos los gustos, pero una de las que más me llamó la atención fue la que afirmaba rotundamente que había que ‘desinventar’ el HD, esto es, la alta definición de las pantallas. 

Es cierto que hay negacionistas del 4K y una tendencia artística muy ligada al ‘glitch’, pero los usuarios justificaban que éramos más felices cuando las cosas aparecían algo más borrosas, como los recuerdos, sin una nitidez ni una resolución capaces de asustar.

En paralelo surgió otro hilo más frívolo –aunque igual de sugerente– que hablaba de ‘la media’. No, no una ponderación estadística, sino una media de señora, en concreto, la de María Antonia Abad Fernández (léase Sara Montiel), que confiaba en el poder rejuvenecedor de colocar esta prenda en el objetivo de la cámara para disimular así alguna arruga. Leo que, en concreto, era una media de la marca Christian Dior número 9 de color gris. Compruebo que no es una leyenda urbana y que, incluso, que se expone una de esas prendas en un museo de Sant Cugat con materiales históricos de RTVE. Cuentan que difuminaba el óvalo facial y los realizadores se las veían y deseaban para armonizar todos los planos.

A los ‘millennials’ les parecerá de locos, pero Saritísima creó una suerte de primigenio filtro de Instragram colocando una media sobre el objetivo. Los Javis, por cierto, rindieron homenaje a este ingenio en los planos en los que la diva aparecía en ‘La Veneno’. La imagen se ve desenfocada, pero no es una artimaña digital, sino un media real colocada en la cámara. Rudimentario, sí; efectivo, también. ¿Más amable con la vida que la ultradefinición? Qué duda cabe.

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