Opinión
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Adjunto a la Dirección de HERALDO DE ARAGÓN

¡Es el relato, estúpido!

¡Es el relato, estúpido!
¡Es el relato, estúpido!
POL

En el final del episodio cervantino en el que don Quijote es ‘derrotado’ por los molinos de viento, el caballero andante comprende que se encuentra ante un momento crítico. Está a punto de perder la credibilidad que pudiera tener ante su escudero, a quien mantiene a su lado con la promesa de alcanzar el gobierno de una ínsula. 

Solo tiene una alternativa: resolver la crisis que ha provocado al confundir los molinos con desafiantes gigantes. ¿Cómo? Contándole a Sancho una historia que dé sentido a lo que ha ocurrido: "Aquel sabio Frestón que me robó el aposento y los libros ha vuelto estos gigantes en molinos por quitarme la gloria de su vencimiento", le dice.

Esta construcción de una narración que explique lo sucedido para evitar la pérdida de credibilidad (o para ganarla entre los electores) es la esencia del concepto anglosajón de ‘batalla por el relato’, tan de moda en la política contemporánea. "Narrar, controlar e imponer tu historia a la opinión pública constituye la tarea esencial de todo aquel que se presente a un cargo público", afirma Michael Ignatieff, que acaba de ser premiado con el Princesa de Asturias, en su imprescindible ‘Fuego y cenizas. Éxito y fracaso en política’ (2014).

Arranca la campaña electoral de las europeas y los partidos intentan que cale su ‘marco’ (una estructura mental que influye en nuestra forma de ver el mundo, según lo define el catedrático George Lakoff en su célebre ensayo ‘No pienses en un elefante’). El análisis de las últimas cinco citas con las urnas (un auténtico maratón en tan solo doce meses) confirma que controlar el discurso público es fundamental porque la gente no vota tanto basándose en detalles programáticos como en los supuestos valores del candidato.

Es ya un tópico el considerar que la famosa exclamación "¡Es la economía, estúpido!" llevó a Bill Clinton a la presidencia de EE. UU. en 1992.

Las autonómicas y municipales de hace un año las ganó el PP porque logró minar la credibilidad de Pedro Sánchez a causa de la ley de amnistía y la presencia de etarras en las listas de Bildu. El líder del PSOE reaccionó a toda velocidad y adelantó las elecciones generales para convertirlas en un plebiscito sobre los acuerdos que PP y Vox estaban firmando aquellos días en ayuntamientos y comunidades. Las urnas de julio dieron una victoria insuficiente a Feijóo y la oportunidad a Sánchez de repetir gobierno.

En las gallegas del pasado mes de febrero, el PSOE fracasó en su intento de dominar el debate público y cayó del 19% al 14% en porcentaje de voto. En las vascas de abril, los socialistas hicieron de su capacidad de ser decisivos el eje de su campaña y consiguieron ganar dos escaños. En las catalanas del pasado día 12, Sánchez logró acaparar toda la atención con sus ‘cinco días para reflexionar’. Ahora, la Moncloa aspira a mantener la iniciativa con temas internacionales: Milei, Palestina y la ola ultraconservadora. A cambio, el PP intenta jugar la carta de que Sánchez solo es un populista abonado al maquiavelismo más cínico.

Sin embargo, hoy no sirve. Lo importante ya no es ni siquiera la verdad, sino el relato que se gane la atención de los electores

Lakoff hizo un experimento con sus alumnos. En una clase les pidió que no pensasen en un elefante y todos reconocieron que en aquel mismo instante habían imaginado un mamífero con trompa. Esto le sirvió para explicar cómo la derecha conseguía que sus temas (impuestos, familia, nacionalismo...) dominaran las agendas informativas y electorales gracias a un elaborado relato propagandístico..

Hoy, en España, también se juega con esas reglas. Por eso, Feijóo pretende que el electorado vea el elefante (el rostro del líder socialista) cuando asegura que el fin (el poder) no justifica los medios (aceptar el chantaje de los independentistas). Mientras que Sánchez habla constantemente de la "fachosfera" para que la ciudadanía vea siempre al otro elefante (Feijóo y Abascal abrazados).

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por José Javier Rueda en HERALDO)

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