Cartas al director de HERALDO: Desatinos de algunos guías turísticos

Desatinos de algunos guías turísticos

Cualquiera que pasee en Zaragoza por la plaza de las Catedrales podrá escuchar sin pretenderlo, de alguno de los numerosos guías rodeados de visitantes, informaciones erróneas, como que Alfonso el Batallador, al conquistar Zaragoza, "¡zas, destruyó la mezquita!", que el papa Luna antes que papa fue obispo de Zaragoza o que el nombre de la calle Manifestación hace referencia a los Sitios. 

Se trata, a veces, de auténticos disparates enlazados, tales como que en el precioso sepulcro gótico del arzobispo don Juan de Aragón, situado en la cabecera de la Seo, se encuentra el cuerpo del ‘príncipe Baltasar Gracián’ (oído en una visita guiada oficial, pagada en la Oficina de Turismo). Como sería prolijo detallar las versiones correctas, invito a los lectores a descubrirlas por sí mismos. Podría seguir con muchos más casos. Y si las informaciones rozan temas religiosos, algo habitual en el arte, entonces la ignorancia es aún más patente... Estos errores se transmiten de unos a otros y funcionan como el ‘teléfono roto’, sin duda responsable del enorme lío del ejemplo anterior. En ocasiones estos desatinos se ofrecen como historieta simpática para llamar la atención del turista o atraer su risa, como si la historia real no tuviera ya suficientes curiosidades, anécdotas, enigmas y enseñanzas. Debemos cuidar y controlar (instituciones, empresas y ciudadanos) la preparación de estos informadores; al menos, es preciso estudiar bien lo que vas a enseñar para no rellenarlo con invenciones. Duele observar esta desidia. Si no cuidamos nuestro patrimonio y nuestra historia ¿quién los cuidará?

Javier Mateos Barrionuevo. ZARAGOZA

El valor de la vocación

Quiero dedicar unas palabras para reconocer la labor de aquellos médicos que ejercen su profesión con verdadera vocación. Recientemente fui atendida en el Hospital Nuestra Señora de Gracia por el doctor Carlos Lozano Horna, por el joven doctor que le acompañaba y por la enfermera, cuyos nombres lamento no saber y citar, con un trato humano y dedicación por cada uno de ellos de los que reconfortan el alma. En un momento de vulnerabilidad, la diferencia entre un médico con vocación y uno que solo cumple su jornada laboral es evidente. Es esencial recordar que la vocación médica no solo se trata de habilidades técnicas, sino también de empatía y compromiso con el bienestar de los pacientes y no siempre encontramos esto debajo de sus batas blancas. Ojalá se pudiesen evaluar todas estas características antes de ostentar estos cargos, porque tienen el poder de hacernos a sus pacientes infinitamente bien o todo lo contrario. Médicos como el doctor Carlos Lozano nos recuerdan la importancia de esta diferencia y cómo puede impactar positivamente en la experiencia del paciente. Para terminar, a todos los profesionales de la sanidad pública que ejercen con verdadera vocación, ¡gracias! Vuestra labor es invaluable.

Alejandra Balsas Bruno. ZARAGOZA

El legado de Manterola en Zaragoza

Javier Manterola Armisén, insigne ingeniero de caminos navarro y persona de gran humanidad, falleció el domingo pasado. No voy a citar la gran cantidad de obras que llevan su firma en nuestra ciudad porque ya se habló de ellas en HERALDO en un documentado y preciso artículo de Mónica Fuentes. Sólo nombraré dos: el puente del Tercer Cinturón, que acertadamente lleva el nombre de Manuel Giménez Abad, y la Pasarela del Voluntariado o «el puente del pincho», como lo denomina Ramón J. Campo en un artículo también en HERALDO. Doy fe, como ‘acturiano’ que soy, de que es para los que vivimos en esa parte de la ciudad la obra de la Expo 2008 más utilizada; y, por tanto, se podría decir que es la mejor. Fue ilustre catedrático de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid desde 1976 y figura estelar en el ámbito de la ingeniería civil, tanto en España como a nivel internacional. Sería deseable que el Ayuntamiento de Zaragoza, tras el debate oportuno, le dedicase una calle de la ciudad.

Luis Lezáun Martínez de Ubago. ZARAGOZA

Campeones en humanidad y profesionalidad

Hay reconocer los méritos del equipo de fútbol sala Wanapix Zaragoza (A. D. Sala 10), tanto de los jugadores como del cuerpo técnico y de los colaboradores. Porque sin ellos no hubiera sido posible conseguir el objetivo marcado al principio de temporada, el ascenso y regreso a la Primera División de la Real Federación Española. Y lo más importante es que han jugado cada partido durante la temporada como si fuera el último. También quiero dar las gracias al club A. D. Sala 10 y expresar el reconocimiento a quien fue el eterno auxiliar del equipo, Benigno Martínez ‘Beni’, que lo dio todo por el club y por el deporte que amaba y vivía intensamente el fútbol sala. Fue enorme como persona y también un gran profesional. Desde donde esté, sigue en el corazón de quienes tuvimos la suerte de compartir muchos momentos con él dentro del club y también en el de los aficionados. Y muchas gracias a Carlos Retamar por ser amante de su profesión de jugador de fútbol sala y darlo todo por el club en el que ha finalizado su vida deportiva, Wanapix Zaragoza. Persona como él y las que hemos formado parte de club hasta el momento actual hacen grande al club. Dar las gracias y el reconocimiento asimismo a los fundadores del club, sin ellos no hubiera existido.

Pascual Enrique Gimeno García. ZARAGOZA

Recuerdos románticos de Zaragoza

Hace poco estuve en Zaragoza con Eva, mi mujer, en una escapada de fin de semana que resultó ser romántica y agradable. Fue agradable porque Zaragoza es agradable ya de por sí, sus gentes son amables, Zaragoza desprende un ambiente donde respiras tranquilidad, el barrio de La Almozara me transmitió felicidad junto a Eva. Fue una escapada romántica y, como adicto a los libros de los escritores del Romanticismo español, y que supieron captar el transcurrir del tiempo, lo fugaz de la vida y el abrir el corazón a esa persona que amas con devoción, me sentí inmenso. Me pregunto, ¿sabe la sociedad actual captar lo que captaron por ejemplo Bécquer, Goethe o Larra? Yo sí.

José Antonio Ávila López. RUBÍ (BARCELONA)

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