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Cartas al director de HERALDO: El nuevo césped de la avenida de Navarra

El nuevo césped de la avenida de Navarra
El nuevo césped de la avenida de Navarra
Pixabay

El nuevo césped de la avenida de Navarra

En la avenida de Navarra de Zaragoza llama la atención que, realizadas las tareas de mantenimiento de las zonas verdes, se ha rodeado el césped recién colocado con una malla muy fina sostenida por estacas. 

Se podría pensar que es una medida insuficiente para protegerlo, a la vista de los destrozos que el vandalismo causa en algún banco, o la falta de civismo de quien por evitar un pequeñísimo rodeo pisa el césped y seca la hierba. Hay que considerar que la avenida de Navarra no es una inmensa pradera en un lugar con poquísimos habitantes. Se trata de una zona urbana con una densidad de población muy alta, compuesta por personas de muchas procedencias, que en los bancos de esas zonas verdes descansan, respiran, charlan… tanto vecinos de los alrededores como transeúntes de todos los colores. La decidida actuación del Ayuntamiento al realizar la reforma de la avenida, que pronto acometerá su segunda fase, consigue que la entrada a Zaragoza sea como la ciudad requiere. Esto y las nuevas construcciones evitarán que el distrito evolucione hacia la marginalidad. A primera vista puede parecer que proteger el césped con esa malla sea insuficiente, y es posible que sea así. Pero en realidad la propia fragilidad de esta medida es un grito silencioso que pide respeto ante el vandalismo, porque ningún gamberro se podrá sentir orgulloso por destrozar una instalación tan sencilla. Cada día que pase con esa valla protegiendo el enraizamiento del césped será un triunfo del respeto de todos a lo que es de todos, un triunfo de la urbanidad sobre la barbarie, que sólo causa destrozos.

José Murillo Berges. ZARAGOZA

El hombre y la naturaleza

Estuve en una magnífica conferencia sobre los bosques ‘viejos’ y los líquenes a ellos asociados. La conferencia fue intachable, mostrando cómo la ciencia puede cambiar teorías con datos nuevos, como la asignación de los hongos a distintos tipos de algas. Sin embargo, cuando el orador se puso a filosofar, y eso que lo hizo muy moderadamente, planteó dilemas abiertos sobre hombre y naturaleza, progreso o dejar al medio natural sin actuar. Y esos dilemas no son verdaderos, porque el hombre es parte de la naturaleza y está en esta tierra para algo. Y el medio sin acción humana no es exactamente un medio natural, si bien a veces la acción es la no intervención. Deberíamos tener las premisas inclusivas, que son más equilibradas. Por eso entiendo que el conferenciante, moderado y con un sesgo hacia el ‘naturalismo’, lo hizo bien sembrando en el auditorio opiniones encontradas pero no polémicas.

Federico Rodríguez de Rivera. ZARAGOZA

Llévame a casa

Me hablaron de la novela ‘Llévame a casa’ de Jesús Carrasco en la tertulia literaria a la que acudo. La cogí con escepticismo, pero la poderosa prosa de Carrasco me atrapó inmediatamente. El argumento nos come las entrañas. Juan se fue de casa de sus padres a Edimburgo hace cuatro años, padres de los que se ha desentendido y de los que se encarga Isabel, su hermana. El padre muere y Juan vuelve para el entierro y tendrá que escuchar los reproches de su hermana. Una nueva situación: la madre enferma de alzhéimer, Isabel se tiene que ir a Estados Unidos por motivos laborales. ¿Tiene que renunciar Juan a su vida, a su trabajo para cuidar a su madre? Ahí estamos implicados todos. ¿Qué hacemos con nuestros padres ya ancianos y enfermos? Es un problema social. Afortunadamente hay una amalgama de inmigrantes que nos apoyan para ello, que viven en habitaciones alquiladas en no muy buenas condiciones y que nos asisten en nuestro egocéntrico vivir. Nuestra sociedad necesita a los inmigrantes, necesitamos que se incorporen al mercado de trabajo, siempre en un clima democrático, de libertad y de acuerdo a nuestras leyes. Necesitamos a sus hijos, que vayan a la escuela, a la Formación Profesional, a la Universidad. Juntos todos podemos hacer frente al reto del envejecimiento y los problema que acarrea. No sé qué va a ser de nosotros en el futuro, pero libros como ‘Llévame a casa’ nos abren los ojos ante el nuevo problema que tenemos en nuestro existir.

José Vicente Domeque Goya. ZARAGOZA

La gente quiere paz

Aún vislumbro en mi retina las imágenes del pueblo de Gaza celebrando un posible alto el fuego que seguramente se quedará en nada, y que nos ha hecho olvidar la otra guerra injusta de Rusia contra Ucrania. La gente está cansada de tanta guerra. Son los que ostentan el poder quienes desde su poltrona dirigen la escalada, sin importarles las víctimas inocentes de dos conflictos que nunca deberían haber llegado tan lejos. Sólo las grandes potencias como China y EE. UU. podrían acabar rápidamente con ellas si quisieran. Mucho antes que la ONU, que, a la vista está, no sirve para resolver conflictos de este calado, seguramente porque hay dentro muchos intereses contrapuestos. El orden mundial pasa por tener una organización, incluso un ejército de paz, que sea capaz de actuar de árbitro en estás contiendas, haciendo que sus resoluciones sean vinculantes para las partes en conflicto. Y que no se use el derecho de veto por ninguna superpotencia, porque eso es admitir quién tiene realmente el poder. La gente quiere paz, quiere progreso, quiere futuro para sus hijos y sobre todo quiere que la subsistencia del planeta Tierra no esté en la mano de cuatro locos descerebrados.

Luis Solanas Cebolla. ZARAGOZA

La importancia de unos buenos zapatos

El uso de un buen calzado no es una mera cuestión estética, también repercute en el confort de los pies, así como en el correcto funcionamiento de las articulaciones, la columna vertebral y el cuello. Los especialistas en podología recomiendan a la gente que utilice siempre el número adecuado, pues números más pequeños provocan problemas como juanetes, dedos en garra y roce entre los dedos, mientras que los demasiado holgados causan rozaduras o dolencias en las articulaciones. Añaden también la importancia de que sean transpirables, para evitar la sudoración, que desemboca mal olor, ampollas y hongos. Así que hacernos con un calzado de calidad, aun teniendo que rascarnos el bolsillo para pagar unos cuantos euros más, favorece el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, es decir, redunda en nuestro propio bienestar.

Mar Sánchez Ramos. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas. cartas@heraldo.es

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