La visita de la ministra de Defensa, Margarita Robles, al Acuartelamiento Sangenís y su paso por el puente del Regimiento de Pontoneros en el río Ebro han servido como reconocimiento a esta unidad, en un tiempo en que se vive la "guerra convencional" librada en Ucrania contra Rusia. 

Aunque Pontoneros cumple su 150 aniversario, la importancia que tiene no suele ser demasiado conocida.

De hecho, sus cometidos principales, como tender puentes logísticos, las acciones anfibias y subacuáticas, las operaciones ferroviarias o la desactivación de explosivos son algunas de las capacidades operativas más demandadas en los conflictos. Ayer recordamos cómo, durante la guerra de Bosnia, en 1993-94, los pontoneros aragoneses montaron un puente en la carretera entre Mostar y Sarajevo. Ahora han instalado otro en Letonia.

Como dijo Robles, "lo que pasa en Ucrania parece que fuera la Primera Guerra Mundial". Por eso agradeció a los 600 militares de Pontoneros su ayuda para formar a soldados ucranianos que vienen a España en plena guerra.

El coronel Javier Sanz Maldonado, jefe del Regimiento, recordó que las riadas de 2015 anegaron un 75% del acuartelamiento, aunque su cercanía al curso del Ebro les lleva a aplicar un plan anti-inundaciones. Destacó el tipo de puentes que ofrecen (Mabey, Dornier, Bailey o Man), que son muy demandados, y ya piensan en el modelo M3, que llegará en el futuro y que supone un gran avance

El puente de Pontoneros se ve muchos años en las fiestas del Pilar porque los militares suelen bajarlo para que los visitantes de Zaragoza crucen el cauce del río desde una perspectiva única para ver la Basílica. Esa vista se intuyó ayer, porque los ingenieros lo montaron, pero sin presumir

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por Ramón J. Campo en  HERALDO)