Por
  • Carmen Magallón

Pacifismo, contra la guerra: Cruel abril

Cruel abril
Cruel abril
Pixabay

La llegada de abril trae a mi memoria la columna de un escritor que ya no está entre nosotros, Raúl Ruiz. Glosaba en ella el poema de T. S. Eliot, ‘The Waste Land’ (‘La tierra baldía’), que comenzaba así: "Abril es el mes más cruel". 

La escribió en la revista que un grupo de pacifistas de distintas ciudades hicimos y publicamos de 1986 a 2001, sin acogernos a subvenciones ni publicidad. Se llamaba ‘En pie de paz’. Nos movía el deseo de proyectar cultura de paz en un mundo impregnado de belicismo. Como el de hoy. En plena Guerra Fría, 1987, teníamos sobre nosotros la amenaza de un ataque nuclear y la locura de un mundo dividido que seguía despilfarrando sus recursos en armas de destrucción masiva. Como el de hoy. ¿Es posible no aprender nada del pasado? Lo es. Las pasiones, los líderes incapaces y los pueblos que se dejan arrastrar por la demagogia lo hacen posible. Por eso siguen siendo balsámicas las palabras de nuestro amigo, que mientras recuerda que ingenuo "es una maravillosa voz que también significa libre" habla de un proyecto de esperanza e ingenuidad, pues sólo desde ahí es posible intentarlo todo: "Ninguna tierra es baldía si de ella brotan lilas y poemas; ningún mes es más cruel que otro si mezclamos memoria y deseo, si agitamos raíces dormidas con la lluvia primaveral de nuestras palabras, de nuestra voz". Desde esta libertad y junto a quienes siguen apostando por la negociación y el fin de la guerra y las matanzas genocidas, me declaro ingenua por vocación, que no por ignorancia. Abril no tiene por qué ser el mes más cruel, "si hacemos brotar, si mezclamos, si agitamos…".

Carmen Magallón es presidenta de la Fundación SIP y honoraria de WILPF

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión