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Cartas al director de HERALDO: Las tareas pendientes del siglo XXI

Las tareas pendientes del siglo XXI
Las tareas pendientes del siglo XXI
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Las tareas pendientes del siglo XXI

Habremos logrado muchos avances en este siglo, pero no el más importante: reconocer que cada ser humano tiene el valor de su esencia y no el de su bolsillo. El siglo XXI, que algunos de nosotros augurábamos como grandioso, pensando en la preparación que teníamos, se ha presentado en algunos ámbitos como un pufo. 

¿Cómo es posible que, sabiendo que todos nosotros algún día seremos mayores, todavía no tengamos suficientes residencias de ancianos, al alcance de todos y preparadas, donde una persona que lo quiera o necesite pueda pasar una vejez maravillosa y decente? ¿Cómo es posible que a los trabajadores de esos lugares ni se les pague su esfuerzo ni se les reconozca su trabajo? ¿Cómo puede pasar todavía en el siglo XXI que se financie a los más humildes con algunos duros en lugar de prestarles el paso a la educación o la sanación, según lo que necesite, para sacarles seriamente del hoyo de la pobreza? ¿Cómo puede ser que todavía sigamos con la vieja cantinela de ‘poderoso caballero es Don Dinero’? Tendremos que seguir reflexionando para descubrir que una vida es más que un Instagram repleto de fotos guay, que la sociedad tiene asuntos pendientes y reales que no puede retrasar. Es necesario volver a los valores y pedirle a cada ciudadano que dé lo mejor de sí mismo; pero sobre todo a los Estados. Necesitamos innovar en política. Reorganizar nuestros objetivos y volverlos más humanos. Sin todo esto nuestra sociedad se volverá cada vez más ardua, más precaria y más difícil de vivir. Nosotros somos el principio del cambio, es nuestra vida y nuestra sociedad. Pensemos en plural pero con los deberes bien hechos.

Cristina Sande Cecchi. ZARAGOZA

Correos y la informática

El artículo 18 de la Constitución dice: "La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos". Las disposiciones de cualquier organismo público que vayan en contra de ese principio serán, por naturaleza, ilegales. Hoy, para certificar una carta con acuse de recibo y contar con los justificantes del envío y de la llegada, es necesario tener ordenador, disponer de correo electrónico y saber manejar el tinglado informático. El funcionario de Correos, que se porta correctísimamente, lo explica: "Todo ha cambiado, recibirá mañana un correo electrónico con un enlace, con el que puede descargar la prueba de entrega electrónica de su envío". Así es. Llega ese correo. Utilizo el enlace y me sale una pantalla que viene a decir: Correos utiliza ‘cookies’ y si no pulsas ‘Aceptar’, pues no tienes el justificante. Pero si vuelves y lo explicas, te darán el justificante de entrega en papel. Pero el justificante de la recepción, de ninguna forma lo tendrás sin ordenador ni correo electrónico y, además, has de saber manejar las páginas web de la Administración, que es otra historia. Que Correos limite el uso de la informática para que el ciudadano pueda ejercer sus derechos, sin causarle problemas.

Alfredo Domingo Serrano. ZARAGOZA

Las nuevas marquesinas

Vengo observando que se están cambiando las marquesinas de los autobuses de Zaragoza. No sé si alguien se habrá preocupando de observar que el panel anunciador de las paradas está colocado en un sitio que solamente es visible para los cuatro, cinco o seis que puedan estar dentro de la marquesina. Mientras que antes todo el mundo que estaba en la fila podía ver los tiempos de llegada.

José Dolader Vicente. ZARAGOZA

¿Lo celebramos?

¡Es sábado por fin! Puedo sentarme a solas y reflexionar un rato. Me sirvo una copa de vino y dejo que mis ideas fluyan a través de esa maravillosa masa gris de la que aún hoy se está investigando. Me doy cuenta de la importancia de aquellas famosas palabras: "Nunca se angustien por el día siguiente, porque el día siguiente traerá sus propias preocupaciones. Bastante hay con los problemas de cada día" (Mateo 6:33). Entonces recuerdo la importancia de vivir día a día, de gestionar cada día, incluso de vivirlo como si fuera el último. Eso es una descarga, pero a veces se nos olvida celebrar esos pequeños triunfos del vivir diario. Un buen día de trabajo, un buen libro, una conversación significativa, una buena noticia, el suave calor del sol en la piel, un abrazo sincero, la ayuda recibida en el momento necesario, pensar que lo mejor está por llegar... Me abstraigo, no para poner la mente en blanco, sino para llamar a los pensamientos positivos. Los pensamientos positivos atraen muchos más pensamientos positivos. Esto es digno de celebrar, tenemos un cuerpo diseñado para trabajar a nuestro favor no en nuestro detrimento. Quiero un mundo mejor, un mundo donde no haya guerras ni injusticias ni mentiras políticas, un mundo en el cual cada persona tenga lo necesario para vivir. Un mundo en el que se castigue a los malos no a los buenos. Entiendo que por parte de los gobernantes humanos estos deseos no se harán realidad. Pero no me entristezco, pues hay alguien que tiene el poder y el deseo de mejorar las cosas, aunque no le podamos ver. Al fin y al cabo no hay ni una sola prueba de que Dios no exista, al contrario, hay razones para creer en su existencia. Por ello pienso en Dios, en su poder y en todo lo que Él ha prometido. No más guerras, solo paz. No más injusticias, solo felicidad. Claro que no sé cuándo ocurrirá, pero que no sepamos la fecha no significa que no vaya a suceder. Menos mal que podemos satisfacer nuestras necesidades espirituales, así el mundo es un poco mejor. He terminado mi copa. Es hora de comer, recordando que "no sólo de pan debe vivir el hombre" y que cada día hay que celebrarlo.

Yasmina Manzano Montes. ZARAGOZA

Con excelente resultado

El 22 de noviembre pasado fui operado en el hospital Miguel Servet de un cateterismo-implante TAVI con excelente resultado. Expreso mi más profundo agradecimiento a todo el equipo de cirujanos, cardiólogos, enfermeras, auxiliares, celadores y personal de limpieza que trabaja en dicho hospital por el trato tan humano recibido. Y le doy las gracias a mi médico de cabecera, la doctora doña María Pilar Lázaro Gracia. Muchas gracias, Pilar, eres la mejor del Bajo Aragón.

José Antonio Facenda García. LA PUEBLA DE HÍJAR (TERUEL)

(Puede consultar aquí todas las cartas al director publicadas en HERALDO)

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