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Cartas al director de HERALDO: La digitalización en la enseñanza

Las tabletas no son una panacea en las aulas.
Las tabletas no son una panacea en las aulas.
Aránzazu Navarro

Cuando imaginé el uso de las tabletas en la educación, creí que la instrucción escolar mejoraría. No ha sido así. Ante el desencanto de la digitalización en el aula se ha vuelto a mirar a las herramientas de siempre: el libro, el cuaderno, los viejos apuntes. Lo ocurrido con la digitalización en las aulas tiene mucho que ver con el optimismo que debe caracterizar al docente, solo con actitudes positivas en la docencia es posible ofrecer ilusión a esos veinte o treinta jóvenes que llenan las aulas, además de ser una necesidad imprescindible para validar cualquier recurso. Se suponía que gracias a la digitalización se mejoraría la información del alumno, pero constatamos que no era una ayuda sino una molestia en las clases. Seguro que cuando se concibió la idea de introducir la digitalización pecamos de personas ilusas, sin capacidad para ver dificultades, como el tiempo que conlleva el manejo de la digitalización, muy superior al boli escribiendo sobre el papel; confiados en la actitud del alumno, cuando los hay, y no pocos, que no dan un palo al agua; utópicos ante el candor juvenil, que no haría atrocidades con su pantalla sino que sólo la emplearía con motivos escolares; confiados en que el docente sabría manejar el invento con cordialidad y no de forma abrumadora. Todo eso ha creado el descontrol de la digitalización en las aulas. Ante realidades así, veo la ‘paradoja de Stockdale’, quiero pensar que la digitalización tendrá que triunfar en la enseñanza, que habrá que asumir un costo y tener disciplina para confrontar los hechos; pero sobre todo, trabajar para perfeccionar el método. En general la aplicación realizada hasta la fecha ha provocado la trivialización y el desprestigio, y no se ve como herramienta educadora, sino como amenaza a la socialización de los jóvenes.

Javier Fatás Cebollada

Zaragoza

El encono y la polarización

Vaya por delante que el apaleamiento de un muñeco aparentando la figura del presidente del Gobierno me parece indigno e impropio de una sociedad civilizada. Por concretar, me parece tan indigno e impropio como los ‘escraches’ a Begoña Villacís, Cristina Cifuentes, Pablo Iglesias, etcétera. Tan indigno como los apaleamientos a las figuras de Isabel Díaz Ayuso o Santiago Abascal. Tan humillantes como el derribo de la efigie figurada del rey Felipe VI. Vaya por delante, también, que mi condena es igualmente rotunda para ese tipo de actos, ya los cometan partidos o personas vinculados a la izquierda, a la derecha, al centro, arriba o abajo. La violencia es violencia sin más. No lo encubran ni justifiquen, ¡por favor! Jamás debe sustituir al diálogo, al debate, aun enconado. Dice el presidente que la polarización no es tal, pero es falso que «unos insulten y otros sean insultados». Aquí insultan todos y además cobran por ello cantidades desorbitadas, las que no se cobran por trabajar honradamente. En mi opinión, el presidente es uno de los mayores responsables del encono y la polarización social que estamos padeciendo. Si esto es democracia y ‘parlamento’, que venga Cánovas y lo vea.

Juan Ignacio Pérez Calvo

Zaragoza

Vapeadores, inicio al tabaquismo

Ya hay adolescentes con 12 y 13 años, según una encuesta suficientemente amplia, que han probado los vapeadores, que son la antesala del tabaco. Cada vez los hacen más atractivos, de colores y sabores que entran por los ojos y por el cerebro, pues tienen un alto poder adictivo. Las autoridades de consumo y sanitarias deberían aconsejar a las comunidades autonómicas que tomen cartas en este serio problema y que eviten la venta a los menores de edad de estos vapeadores. Los cigarrillos electrónicos, pues son exactamente eso, contienen sustancias nocivas, como nicotina y otras potencialmente excitantes, por lo que llegan a enganchar tanto como el tabaco. Este producto ha supuesto un auténtico boom en los estancos y en tiendas especializadas durante la última década. Cuando algo es malo hay que advertirlo y que luego cada cual asuma sus consecuencias. Pero las autoridades deben velar para que su consumo solo sea para adultos y cumpliendo la normativa vigente.

Luis Solanas Cebolla

Zaragoza

Ayudas sociales dignas

La soledad no deseada tiene una relativamente fácil solución. Primero ha de ser la familia quien debe tener esa sensibilidad y responsabilidad, pero si esto no es razonablemente posible, para eso debe estar el Estado, mediante el trabajo social que deberían realizar personas con un perfil apropiado que estén cobrando o aspiren a recibir ayudas sociales. Soy partidario de las ayudas sociales, pero los beneficiados deben tener la obligación de realizar diferentes tipos de labores sociales de acuerdo a su preparación. Y. desde luego, vivimos en un país que tiene las suficientes deficiencias como para dar la oportunidad a que gran parte de las personas beneficiadas de estas ayudas sociales puedan recibirlas con dignidad.

Eduardo Félez Gutiérrez

CUARTE DE HUERVA (Zaragoza)

El comienzodel año en Japón

No imaginaban seguramente en Japón un inicio de año tan catastrófico como el que han tenido. Sufren más de cinco mil movimientos sísmicos anuales, aunque solo mil son percibidos por la población, pero los ocurridos en los primeros días de 2024 han dejado un saldo importante de muertos, muchos heridos e impresionantes destrozos en las poblaciones afectadas. Y al mismo tiempo, chocó un avión con 379 pasajeros contra una aeronave militar, que transportaba precisamente ayuda para los afectados por los terremotos, en el aeropuerto de Tokio, provocando un feroz incendio con el balance de cinco muertos. Es de esperar, no obstante, que la tierra del sol naciente se recupere a la mayor brevedad posible.

Diego Sánchez Bolsa

Zaragoza

¿Qué tal se vive en Utebo?

Siéntese que le cuento: persianas arrancadas, puñetazos en persianas y puertas a las tantas a ver quién es más bravo, patadas a las mismas para rematar la faena, alarmas saltando, timbres quemados, a gritos en la calle pero pidiendo silencio para sus casas, encestando el balón en las ventanas más altas, todo lleno de orines y heces de perro, contenedores quemados... ¿Vandalismo? No, en absoluto. Aquí se vive genial, a ver si no se queja tanto. Si le gusta todo lo anterior, aquí será usted muy feliz. De siempre se ha dicho, Utebo City, ciudad sin ley. Y así estamos.

María Carmen Cambra García

Utebo (Zaragoza)

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