Rodolfo Aínsa, símbolo del compañerismo y la acción
![Rodolfo Aínsa](https://imagenes.heraldo.es/files/image_990_556/uploads/imagenes/2021/08/27/rodolfo-ainsa.jpeg)
Una sacudida emocional me recorrió interiormente al leer en la tarde de ayer en la edición digital de HERALDO la noticia del fallecimiento de Rodolfo Aínsa, mi amigo del alma y leal compañero de muchas andanzas políticas en la arena del parlamento español, de quien hace veinte días comencé a recibir esas noticias dolorosas que nos animan a los creyentes asturianos a encomendarnos a la Santina en busca del milagro que finalmente no se produjo. A Rosa Mary, a Noemi, a Rodolfo y a Javier les envío como testimonio de mi pésame más sentido estas líneas de recuerdo y de homenaje a una persona entrañable y a un político excepcional.
No me ciega el cariño del amigo en esta hora triste si afirmo que Huesca y Aragón pierden un valedor sin par que luchó sin desmayo, desde las responsabilidades públicas que alcanzó democráticamente, por defender a su tierra y por impulsar las mejores iniciativas para contribuir a su desarrollo económico y social. Soy testigo cercano de ello desde los lejanos días del año 1982 en que nos conocimos cuando fuimos elegidos senadores por nuestras respectivas circunscripciones y formamos parte del Grupo Popular de la Cámara Alta. Rodolfo se dio a conocer desde el primer minuto por su admirable capacidad de trabajo, y se hizo querer muy pronto por el afecto que desparramaba a su alrededor entre todos sus compañeros. Al mismo tiempo, desde la oposición era un noble adversario del Gobierno y de sus representantes.
A los dos nos unió la impronta común que las cumbres y los valles pirenaicos y cantábricos dejan siempre en la personalidad de sus gentes, fomentando una sintonía de rebeldía frente al aislamiento y la marginalidad de nuestras respectivas tierras de Huesca y Asturias. Me vienen a la memoria sus batallas presupuestarias hace casi cuarenta años para lograr inversiones destinadas a acometer la modernización del puerto de Montrepós -hoy autovía- o a la carretera entre Sabiñánigo y Fiscal que creo que aún tiene algún tramo pendiente; o a poner en servicio los aeropuertos de Huesca; o, años más tarde, a prolongar el AVE desde Zaragoza hasta Huesca.
Su espíritu emprendedor y dinámico lo proyectó en su personalidad de político de acción, con una tenacidad indesmayable que le impulsaba para llegar allá donde sus iniciativas podían tener eco y apoyo para convertirse en proyectos, primero, y en obras, después. Y su bonhomía y lealtad le hicieron acreedor de muchísimos afectos que permanecen inmarchitables entre quienes tuvimos el privilegio de ser sus compañeros y amigos.
Hoy las nubes de nuestra tristeza envuelven las cumbres y los valles del Pirineo oscense. Pero allá en lo más alto, la inolvidable e inmortal figura de Rodolfo Aínsa emerge con la de los grandes hombres que lucharon como patriotas por su tierra. Descansa en paz amigo querido.