Aragón recuperará la presencialidad integral en todos los niveles educativos entre el 7 y el 25 de enero. La totalidad de los alumnos de 3º y 4 º de la ESO y de 1º de Bachillerato volverán a las aulas tras las Navidades. Se trata de una relevante mejora porque está demostrado que los estudiantes aprenden mejor y rinden más cuando siguen las clases en los centros académicos y no aislados en sus domicilios. No obstante, esta necesaria vuelta a las clases debe organizarse con rigor por parte de la DGA y los equipos docentes para asegurar que se realiza cumpliendo todos los requerimientos de seguridad que han ordenado las autoridades sanitarias. 

La experiencia docente vivida en Aragón, como en el resto de España, desde marzo ha demostrado que la enseñanza ‘online’ no puede sustituir a la presencial. Es útil para un corto periodo de tiempo o como actividad complementaria, pero tiene grandes limitaciones porque educar es mucho más que impartir conocimientos. La escuela, el colegio y el instituto son comunidades tanto de aprendizaje como de socialización. Son indispensables para la maduración personal y son también una formidable palanca de nivelación social. Dentro del aula, todos los alumnos tienen las mismas oportunidades de aprender; fuera de ella, sus posibilidades dependen de los recursos materiales y culturales de cada familia. En ese sentido, el anuncio del regreso a las aulas tras el periodo vacacional debe ser bien acogido.

Ahora bien, esta recuperación de la presencialidad integral pasa por contar con todas las medidas de seguridad que impone la lucha sanitaria contra la pandemia del coronavirus. En los centros donde sea necesario para mantener las distancias y las ratios, el Gobierno de Aragón debe habilitar espacios y proporcionar profesores. La enseñanza presencial es fundamental, pero hay que evitar los contagios.