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  • Ana Isabel Elduque Palomo

Esperanza

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Ana Isabel Elduque
Heraldo

Ya hemos llegado al final. Este proceso electoral ha sido muy largo para todos, candidatos y electores. Pero estamos a unos pocos días de que se resuelva definitivamente.

A los candidatos ahora nos toca guardar silencio y esperar a vuestra decisión. Es vuestro turno. Hace unas semanas lo hicisteis ya una vez, pero se precisa que nuevamente nos digáis qué queréis para nuestra universidad.

Es el momento en el que debéis hacer un ejercicio de reflexión y tomar partido por una u otra candidatura. Ahora solo quedamos dos en liza. Tenéis que pensar si queréis que la Universidad de Zaragoza permanezca en este somnoliento camino que emprendió hace ya unos cuantos años y nos está llevando hacia la irrelevancia. No creo que los que hasta aquí nos han traído sean capaces de dirigir el rumbo hacia otros horizontes. No lo han demostrado hasta ahora. Su falta de diálogo, de miras y de proyectos es lo que les caracteriza. Ahora pretende decirnos el candidato Mayoral que sí, que nos tendrá en cuenta a todos, que va a hacer un plan estratégico que nos transporte a un mundo feliz y que, bajo otro mandato encabezado por él, llegaremos a la Arcadia feliz.

Tres candidaturas nuevas nos presentamos a este proceso electoral porque pensábamos que estas promesas ya no eran creíbles. Nuestros análisis de los problemas que nos acechan son muy similares, pues simplemente reflejan la realidad a la que el actual equipo nos ha llevado. Nuestras propuestas pueden diferir, aunque mucho menos de lo le pueda parecer a quien no haya analizado los programas. Pero, sobre todo, lo que no falta en mí es la voluntad de integrar las propuestas de las otras candidaturas que también han promovido un cambio de equipo de gobierno.

Pero sois vosotros los que tenéis que corroborar la voluntad mayoritaria que se expresó en las urnas. Os pido un voto de confianza y hago público el compromiso de que nadie quedará fuera, que las propuestas de todos son válidas y dignas de ser escuchadas y puestas en marcha en la medida de lo posible. Que no nos escudaremos en el victimismo, como ha hecho con frecuencia el actual equipo, excusándose con recortes y falta de presupuesto para no emprender ni una acción.

Hemos expuesto nuestro programa de forma clara y transparente a todos los colectivos. Pero lo que no hemos hecho estos últimos días es sacar conejos de la chistera. No es creíble prometer hacer ahora por temor a perder el puesto lo que ni se consideró durante cuatro años.

Es el momento de que digamos, porque ahora todos somos electores, si queremos que la Universidad de Zaragoza salga del estancamiento en que se encuentra y de elegir a quienes consideramos realmente capacitados para hacerlo. Ilusión, ganas y voluntad de trabajo no nos faltan ni a mí ni a mi equipo.

Tenemos la capacidad de elegir a quienes nos gobiernan. A los nuevos por sus propuestas, y a los que estén en el gobierno por lo que han hecho durante el tiempo de su mandato. Aunque muchos no hayan conocido los tiempos oscuros en los que esto no era posible, debemos seguir defendiendo este derecho como una conquista irrenunciable. No cabe el desánimo ya que somos los dueños de nuestro propio futuro y todas las opciones no somos iguales. Un futuro diferente es posible.

El día 10, pido tu voto para comenzar a reescribir la historia de la Universidad de Zaragoza con la esperanza de que vamos a dejar definitivamente atrás la desilusión y el desánimo que muchos sienten ahora.

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