El perfil personal y profesional de la nueva consejera de Sanidad debe permitirle sintonizar mejor que su antecesora con la difícil situación que está viviendo el personal sanitario en este dramático periodo. El diálogo y la empatía tienen que ir siempre por delante en esa relación, de la que depende la lucha contra la pandemia. Junto a ello, es imprescindible que la gestión de la Consejería proporcione al sistema sanitario los medios que necesita

Militante socialista de largo arraigo familiar, Sira Repollés es también una médico -ginecóloga- con formación y experiencia clínica, de gestión, docente e investigadora, valorada por sus compañeros y con buena disposición para la comunicación y la empatía. Conoce por tanto desde dentro y desde la base el sistema sanitario y el trabajo y la sensibilidad de sus profesionales. Esas circunstancias deberían permitirle asumir con decisión la enorme tarea que tiene por delante. La prioridad absoluta será, por supuesto, la lucha contra la covid-19, que requerirá antes que nada dotar a los hospitales y centros de salud con todos los medios necesarios, empezando por los equipos de autoprotección del personal sanitario, un objetivo en el que hasta el momento se ha fallado dolorosamente. Pero a la vez, es imprescindible que el conjunto del sistema sanitario recupere el ritmo también en la atención de todas las demás patologías, respecto a las cuales la situación vivida en las últimas semanas puede hacer aumentar las listas de espera -que ya eran abultadas-, lo que hará necesario tomar medidas específicas para que las demoras no se eternicen. La dura experiencia del coronavirus, que ha puesto a prueba el sistema sanitario, tiene que servir para extraer enseñanzas que permitan planificar una reorganización del mismo, con vistas siempre a mejorar la asistencia y la protección de la salud que reciben los ciudadanos aragoneses.