Tranvías saturados

La saturación de viajeros en las horas punta en los tranvías de Zaragoza crea incomodidades y se acerca además a los límites establecidos. Resulta oportuno que la empresa y el Ayuntamiento estudien soluciones para aumentar la capacidad de una línea que se ha convertido en la columna vertebral del transporte público en la ciudad. Mejorar la movilidad de los zaragozanos es uno de los principales retos que afronta el Consistorio.

Aunque el número de viajeros crece sostenidamente en los últimos años y alcanzó en 2019 los 28,8 millones, lo cierto es que los usos del tranvía zaragozano están bastante por debajo de los que se previeron en el momento de diseñar la línea, lo que supone anualmente el pago de compensaciones por parte del Ayuntamiento a la empresa concesionaria. Pero ello no impide que en muchos momentos, las horas punta, los vehículos, que tienen una capacidad reconocida de 192 personas, vayan saturados, con la consiguiente incomodidad para los viajeros. Es lógico que el gobierno municipal inste a Los Tranvías a tomar medidas para reducir esa aglomeración y evitar que se alcance el límite ocupación aceptable, fijado en 3,5 viajeros por metro cuadrado de superficie interior. La solución puede venir por el uso de unidades dobles -dos tranvías enganchados-, aunque a medio plazo esto requeriría la adquisición de nuevos vehículos. En todo caso, tranvía y autobuses son objeto de preocupación y estudio por parte del Consistorio, porque, pese a las nuevas formas de movilidad, el transporte colectivo sigue siendo esencial y es el que puede proporcionar desplazamientos más sostenibles ambientalmente. La amplia reorganización de las líneas de autobús, para ganar rapidez, la introducción de vehículos híbridos o eléctricos y, en cuanto al tranvía, evitar la saturación son las líneas de trabajo para que Zaragoza actualice uno de sus principales servicios públicos.