El Monegros Desert ya mira a 2025: "Estamos trabajando en la próxima edición"
Tras alcanzar por tercer año consecutivo los 50.000 espectadores, el festival fragatino pone el acento en proseguir con la internacionalización del público.
El Monegros Desert concluyó a mediodía de del domingo con la multitudinaria sesión del DJ italiano Joseph Capriati en el colosal Templo del Sonido, el escenario principal del festival. Atrás quedaron 22 horas seguidas de baile con la participación de más de 50.000 personas venidas de más de 90 países. Por tercer año consecutivo se ha alcanzado esta cifra de asistencia y se ha colgado el ‘todo vendido’. Una prueba de la robusta salud que goza la cita tras 31 años de existencia.
La organización estima que el impacto económico que ha generado el macroevento en la zona alcanza los 35 millones de euros, que se refleja muy especialmente en los establecimientos hosteleros, pero que también alcanza a otros sectores. Una cifra que aumenta respecto a años anteriores debido al incremento del gasto de un público cada vez más internacional y con un mayor poder adquisitivo.
Una de las claves que explica esta progresión es la creciente internacionalización del festival. Pese a que el público español sigue siendo el mayoritario, Francia, Italia, Portugal, ReinoUnido, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Suiza e incluso Australia cada vez aportan más visitantes. Una línea de promoción y expansión en la que se seguirá profundizando.
"Como fragatinos y aragoneses que somos, nos motiva el hecho de que la Comunidad albergue un festival global de estas características, el hecho de situar Fraga en el mapa del mundo de festivales de electrónica es algo muy bonito para nuestra familia. Tiene la parte romántica pero no nos conformamos con eso. Es por eso que el reto que tenemos por delante es grande. Queremos que el Monegros Desert figure entre los diez festivales más creativos a nivel mundial, una referencia en la escena global de la música electrónica", explica Juan Arnau Lasierra, que dirige el festival junto a su hermana Cruz.
"Somos conscientes del alto coste de producción y estamos decididos a internacionalizar el Monegros Desert aún más. Actualmente, contamos con un 70% de público español y un 30% internacional, pero nuestro objetivo es que el festival crezca hasta alcanzar los 60.000 asistentes, con una mayoría del público proveniente de lugares del norte de Europa como Inglaterra, Holanda o Bélgica, entre otros países", razona Arnau.
La inflación y los altos costes de producción que conlleva el hecho de organizar un macrofestival en una zona árida y rural lejos de grandes centros urbanos están detrás de estos planes.
Sin tiempo que perder
Pese a que la edición de 2024 acaba de finalizar, las vistas de la organización ya están puestas en 2025. De hecho, en los últimos meses se ha comenzado a trabajar en el evento. Una labor que se acelerará a partir de septiembre.
"Sí, ya estamos trabajando en el año próximo y estamos pensando en los escenarios y en el cartel. Ahora nos tomaremos cuatro semanas de descanso en las que aprovecharemos para hacer encuestas y preguntas a todos los clientes para saber qué aspectos podemos mejorar y, a partir del 2 de septiembre, empezaremos a montar el festival de 2025", revela Arnau Lasierra.
Su padre, Juan Arnau Durán, el creador del festival pero totalmente retirado de su gestión desde hace tres años, celebra que el Monegros Desert ya se haya instalado en la élite de los festivales a nivel mundial. "Además del impacto económico directo y el hecho de que muchos asistentes se queden varios días en Aragón antes y después del festival, pongo el acento en el beneficio reputacional que supone el festival, tanto en la zona como en la Comunidad. Y eso es muy complicado de cuantificar», concluye.
