Más de 2.500 personas rememoran la Batalla del Ebro en Fayón
La única recreación con medios por aire, tierra y agua ha durado tres días y en ella ha habido trincheras vivientes y otras actividades históricas
Más de 2.500 personas han dado un salto en el tiempo este fin de semana a los convulsos días de la Guerra Civil española en la localidad de Fayón (Zaragoza), en el fin de semana en el que se he celebrado la XVI edición de la Recreación de la Batalla del Ebro. Se trata de uno de los eventos culturales más importantes en España en torno a la Guerra Civil Española, y la única recreación del país en la que se rememora un hecho histórico con medios terrestres, aéreos y del entorno fluvial.
Se ha disfrutado de un formato con diversidad de actividades y ampliado a tres días, como se hace desde hace varias ediciones. “Cada año la recreación crece en ámbitos y en afluencia de público y el interés es cada vez mayor”, dice el alcalde de la localidad, Roberto Cabistany, quien ha destacado que “la ocupación de alojamientos está completa en Fayón y todos los pueblos de la zona durante todo el fin de semana”.
Cabistany ha agradecido “el trabajo y la implicación” de recreacionistas, vecinos e investigadores que hacen posible este evento. Unos 300 recreacionistas de Fayón y de distintos lugares de España y Francia han participado en esta edición. El momento álgido de la recreación fue el sábado por la tarde, con la teatralización de los combates y el cruce del Ebro por parte de las Divisiones Republicanas 42 y 44, tal y como sucedió en la madrugada del 25 de julio de 1938. Ante cientos de personas, las fuerzas republicanas cruzaron el Ebro, con la artillería franquista intentando frenar el avance. La pirotecnia y un avión de acrobacias recrearon los bombardeos que se vivieron en la refriega y rememoraron la dureza del combate, que llevó a Franco a ordenar la contraofensiva por aire con apoyo de las fuerzas alemanas e italianas.
Pero en esta edición ha tomado especial protagonismo el recuerdo al papel de la población civil de Fayón en aquellos meses, con el Concurso de Indumentaria de la Recreación Histórica del viernes, que este año contó con dos categorías, una de vestimenta militar y otra de indumentaria civil de los años 30, para recordar a los civiles que vivieron la batalla en la retaguardia.
El ambiente histórico ha rodeado a todo el pueblo, donde se ha habilitado un mercadillo histórico y se han realizado paseos en llaüt por el río para conocer los secretos de la batalla desde el agua.
Además, durante el sábado numerosos visitantes se acercaron a las trincheras de la zona de La Reixaga reconvertidas en un museo viviente al aire libre, en el que se recrearon escenas vividas en el frente. Este año se incorporó un diorama sobre el Consejo Municipal de Fayón y la toma del pueblo por las fuerzas franquistas, también para dar visibilidad a los civiles. El domingo la recreación se ha trasladado a las trincheras de la decisiva Posición Nº36, una colina fortificada de la que dependería la suerte del antiguo pueblo de Fayón, donde se han realizado visitas guiadas explicando su importancia estratégica en la batalla, así como los hallazgos arqueológicos de las excavaciones que desde hace dos años realiza la Fundación Fayón Cultural y Patrimonial en estos enclaves esenciales para el conocimiento histórico.
La recreación de la Batalla del Ebro está declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón, y se celebra todos los años el último fin de semana de julio, coincidiendo con la fecha del ataque de las tropas republicanas. Surgió hace más de 20 años por iniciativa vecinal, cuando con sencillos elementos de teatralización iniciaron actividades para rememorar la batalla y la memoria de las víctimas, y se ha convertido en uno de los acontecimientos históricos y culturales más importantes en torno a la Guerra Civil en España. A lo largo del año pueden realizarse visitas al Museo de la Batalla del Ebro en Fayón, uno de los mejores equipamientos sobre la Guerra Civil en España con más de 1.000 metros cuadrados y abundante material bélico, y recorridos guiados en llaüt por el río, donde se recorren puntos estratégicos de la Batalla del Ebro y la historia del pueblo viejo de Fayón, que quedó sumergido bajo las aguas con la construcción del embalse de Ribarroja.