Los debates, leyes, normas y polémicas que han generado en España las decisiones tomadas en torno al sexo de cada cual y a sus distintas modalidades, han hecho que el cine, entre otras disciplinas, se interese por todo ello y lo convierta en argumento. Hace poco más de un año la gran sorpresa la dio ’20000 especies de abejas’, una estupenda película que retrataba con delicadeza y rigor lo que pasaba por la cabeza de un niño que se sentía dentro de un cuerpo que no le correspondía.

Otros filmes y algunos documentales han abordado temáticas similares, especialmente en lo que se refiere a la reacción y actuación de las familias cuando se enfrentan a situaciones similares y difíciles de gestionar.

El último caso es el de la película española ‘Norberta’, que firman Sonia Escolano, con varios filmes de escaso recorrido en su haber, y Belén López Albert, que se estrena como co-realizadora. Obra imperfecta pero con unos cuantos méritos, ‘Norberta’ es la historia de un hombre al que siempre le gustó vestirse de mujer. Y, a partir de aquí, que cada uno imagine cuáles son los territorios por los que va a transitar esta historia. Así, esa primera secuencia en la que vemos a una señora atracar una gasolinera, sólo es el comienzo de un relato en la que cada pieza del argumento puede saltar en mil pedazos y en el que son varias las gentes que van a ir entrando y saliendo del mismo.

Aunque con un medido dramatismo, buenas dosis de humor, bastante ternura y ganas de contarle al espectador una historia bonita a partir de sus personajes, Sonia Escolano y Belén López Albert construyen una película que no profundiza en el argumento que desarrolla y pasa de puntillas por la realidad, la auténtica realidad, que aborda. Aunque es inevitable aplaudir el trabajo de Luis Bermejo y Adriana Ozores y las muchas buenas intenciones que hay en ‘Norberta’.