La fundación de Antonio Saura en Ginebra publica el catálogo razonado de sus carteles

Recoge, tanto en la web como en su edición impresa, más de 200 creaciones del artista aragonés, algunas de ellas emblemáticas

Antonio Saura, ante el boceto del mural que realizó para Grancasa
Antonio Saura, ante el boceto del mural que realizó para Grancasa
Francisco Montero/Efe

"Antonio se dedicaba con pasión a todo lo que hacía, se entregaba. Le interesaba mucho el problema de la representación de las letras, del texto y de la imagen. Hacía carteles en cuanto tenía la oportunidad, y se interesaba por los que elaboraban otros artistas. Los coleccionaba». Así presenta Olivier Weber-Caflisch, desde Suiza, la última publicación que ha llevado a cabo desde la fundación que lleva el nombre del pintor aragonés: el catálogo razonado de sus carteles.

El catálogo, en que se ha trabajado a lo largo de los últimos nueve años, lo ha realizado en colaboración con Jean-Charles Giroud, historiador del cartel y antiguo director de la Biblioteca de Ginebra. Weber-Caflisch fue albacea del artista, y preside el consejo y dirige las actividades de la Fondation Archives Antonio Saura de Ginebra. Y colaboró con Antonio Saura en la realización de varios de sus carteles.

El libro recorre algunos de los trabajos más icónicos realizados por el artista altoaragonés, como el de ‘Muerte al apartheid’, la ‘Carmen’ que Antonio Gades llevó a París, el de ‘Otan No’, el de la película de su hermano Carlos ‘La noche oscura’, el del Festival de Almagro de 1997 o el de Roland Garrós de ese mismo año. Junto a ellos, lógicamente, muchos de los que diseñó para anunciar sus propias exposiciones.

"Para Saura el cartel, como la cubierta de un libro –escribe Weber-Caflisch en el catálogo– supone la disposición gráfica equilibrada de una imagen potente con un texto en un espacio limitado y constreñido por las dimensiones habituales del cartel o de los formatos de los libros (...) El cotejo del conjunto de los carteles de Saura es revelador de una vida de trabajo, de compromiso, de encuentros y de complicidades".

Cartel de Antonio Saura para la Semana Santa de Cuenca.
Cartel de Antonio Saura para la Semana Santa de Cuenca.
Archives Antonio Saura

"Y es revelador de una época", añade. ¿Era ordenado Antonio Saura? ¿Llevaba un registro minucioso de todo lo que hacía? Pues sí. "Era muy ordenado a su modo, porque tenía una manera precisa y personal de clasificar la universalidad de las cosas –revela, desde Ginebra–. Pero, en realidad, él ha sido quien ha puesto el esqueleto de este catálogo razonado. Una vez que nos hemos hecho a la manera que tenía de clasificar sus obras nos ha resultado más fácil el catálogo. El llevaba un ‘livre de raison’, un inventario propio de sus pinturas y trabajos. Hasta 1985 llevó todo bien ordenado, lo que nos ha ayudado mucho a buscar sus carteles... y a encontrarlos».

Para Antonio Saura un cartel era tan importante como una pintura de gran formato. Obsesivo con sus obras, empezaba ejecutando varios bocetos de pequeño formato y algunos de ellos los acababa ampliando para seguir profundizando en la idea que los inspiraba. Cuando lograba simplificar al máximo la imagen, y que esta dialogara adecuadamente con el texto, lo daba por terminado. En ocasiones, esos hallazgos que tenía durante la elaboración de un cartel, los metamorfoseaba y convertía en obras independientes, como ocurrió con el que hizo para la producción de ‘La casa de Bernarda Alba’ de García Lorca de 1964, que inspiró ese mismo año una pintura sobre papel, la ‘Dame verticale dans sa chambre’. Fue el cartel, el proceso de trabajo hasta crearlo, el que acabó configurando la pintura, y no al revés. Todo ello da prueba de la importancia que Saura prestó a una expresión artística de naturaleza efímera, aunque contundente: pocos mensajes se trasmiten de manera más precisa que los que viajan a lomos de un buen cartel.

Uno de sus carteles más conocidos, el que hizo para Roland Garrós en 1997.
Uno de sus carteles más conocidos, el que hizo para Roland Garrós en 1997.
Archives Antonio Saura

Mensajes, también, políticos. Y como Antonio Saura era un artista comprometido con su época, algunas de las obras maestras que se recogen en el catálogo pueden incluirse en este apartado. Es el caso de ‘Lejos de Vietnam’, ‘Memorias del subdesarrollo’ u ‘Homenatge a les victimes del franquisme’.

Son, en cualquier caso, obras fácilmente identificables porque responden siembre al imaginario del artista, a su mundo particular sus símbolos y estilemas. "La mayoría de los carteles tienen una estrecha relación con su obra gráfica"», añade Weber-Caflisch. Y buena prueba de ello es el elegido para la portada del catálogo razonado, que es el de la exposición que realizó para la galería Carl Van der Voort de Ibiza en 1973 y que desembocó en la serigrafía titulada ‘Sudario’.

El libro se cierra con la reproducción fotográfica de más de 200 carteles, desde el que realizó para la exposición del grupo El Paso de 1957 en la galería Buchholz de Madrid, hasta sus trabajos más recientes. Y la publicación, en sí misma, cierra también una etapa de la propia fundación Archives Antonio Saura, creada en Ginebra en 2006 con el objetivo de "garantizar la perennidad de sus actividades de presentación y divulgación de la obra, así como de mantener unidos y accesibles para la colectividad los archivos y un conjunto significativo de trabajos de Antonio Saura".

Cartel para el Mundial de Fútbol de 1982.
Cartel para el Mundial de Fútbol de 1982.
Archives Antonio Saura

"La fundación lleva publicados ya 23 libros sobre Antonio Saura y ahora estamos trabajando en el catálogo razonado de la obra pintada, que lo vamos a ir publicando en internet. Será de acceso libre y exclusivo en la página web de la fundación (antoniosaura.org) y se va elaborar de forma permanente y, por lo tanto, se irá completando y actualizando con regularidad". Será, también, una labor de años. Por el momento, el catálogo de carteles se ha volcado también en la red.

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