Por
  • Gonzalo de la Figuera

Dayna Kurtz: un tabardillo de belleza

Un momento del concierto
Un momento del concierto de Robert Maché y Dayna Kurtz en El Corazón Verde.
Javier Mcallan.

Hace ya más de diecisiete años de la primera actuación en Zaragoza de la cantautora neoyorquina Dayna Kurtz, que por aquel entonces nos dejó deslumbrados y patidifusos, al igual que volvió a ocurrir unos años más tarde en su segunda visita. Y, como no hay dos sin tres, el pasado domingo se sucedió una vez más el prodigio. Dayna cantó en El Corazón Verde ante un selecto grupo de conocedores de su arte y, en fin, qué quieren que les diga: en mis muchísimos años escribiendo crónicas musicales en Heraldo no recuerdo haber dado tres veces la máxima calificación -cinco estrellas, o bolitos- a ningún artista, salvo a ella. Y conste que a mí me cuesta mucho lo de las cinco estrellas, es algo reservado para ocasiones especiales.

Pues bien, esta señora sigue empeñada en que sus espectadores suframos un tabardillo de belleza. Qué voz, cuánta emoción, qué derroche de sensibilidad, de talento en estado puro. Ya a la tercera canción (‘How you hold me’) a este viejo cronista curtido en mil batallas le costaba contener las lágrimas, y más aún con ‘Reconsider me’, una sobrecogedora ‘torch song’ que, como dice su letra, te deja tan herido como un gorrión con un ala rota. Siguen luego con un tema en el que el guitarrista Robert Maché –mucha clase, este tipo- dibuja figuras al estilo de Marc Ribot. Buff, clase a punta pala.

Dayna Kurtz *****
Músicos:Dayna Kurtz, voz y guitarras acústica y eléctrica; Robert Maché, guitarra eléctrica, mandolina y voces.

Pero no acaba ahí la cosa: tras un breve descanso, en el que Dayna y Robert se aprovisionan de unas copas de Jameson, vuelven a la carga vía Prince (fantástico ‘Joy in repetition’), para seguir en clave gospel, blues, folk, recordar a Otis Redding y Aretha Franklin, tirar hacia la conexión latina con ‘Venezuela’, un ‘Those were the days’ de sabor añejo... En fin, una exquisitez detrás de otra. Dayna es una cantante de un rango superior, que alcanza las profundidades del alma. Y al final todo se resume en una palabra: tabardillo.  

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión