'El chico de la gorra', la primera aventura literaria del zaragozano Mike Aquarium

El creador de contenido presentó este martes en el camping de Zaragoza su novela, en la que reflexiona acerca de la búsqueda de sentido de la vida.

El creador de contenido Mike Aquarium, en el camping de Zaragoza
El creador de contenido Mike Aquarium, en el camping de Zaragoza
Oliver Duch

En determinadas ocasiones, resulta inevitable tener que tomar decisiones que alteran para siempre el rumbo de nuestras vidas. Mike Aquarium tuvo que hacerlo hace unos años atrás para “no colapsar”, dejando a un lado su estilo de vida monótono y apostando por vivir viajando como un nómada y perseguir a bordo de su furgoneta su sueño de infancia de convertirse en escritor. Este creador de contenido zaragozano presentó este marte en la capital aragonesa su primera novel,a ‘El chico de la gorra’, en la que su protagonista, Áxel, trata de encontrarse a sí mismo en medio de una historia “inspiracional, diferente e increíblemente emotiva”.

¿Qué se siente al ver su novela en las estanterías de las librerías?

Estos días estoy viviendo un carrusel de emociones. La publicamos el 4  de julio y la gente se ha volcado muchísimo. Me mandan fotos en las tiendas con el libro, me escriben por redes y me hacen llegar mensajes de muchísimo cariño que no paran de emocionarme.

A través de sus redes sociales se le ve muy emocionado, desde luego.

No lo puedo evitar. Mi psicólogo me dijo una vez que era una persona altamente sensible (PAS) y que eso me hace vivir todo con la máxima emoción. Ahora mismo voy montado en un tren que va a toda velocidad y todavía me cuesta un poco digerir la bola de emociones que se me genera en la garganta. En las entrevistas estoy más relajado, pero al principio cada vez que veía la novela lloraba.

¿Cómo surgió la idea de escribirla?

Hubo un punto en mi vida en el que compaginaba mi proyecto viajero con mi trabajo en una multinacional. Llevaba cinco años sin vacaciones y llegó un punto en el que la cabeza me explotó. Acabé en la silla de un psicólogo que me advirtió de que no podía seguir así y debía elegir entre dejar el proyecto viajero, que estaba empezando a dar sus frutos, o dejar mi trabajo en la multinacional. Me fui de viaje a Nueva York y allí lo tuve claro. Le dije a Mery (su mujer) que iba a dejar el trabajo, a apostar por este estilo de vida y a escribir una novela, cumpliendo la promesa que en su día le hice a la ‘yaya’.

¿Cuál fue la promesa?

Una que le hice de pequeño. Yo era un trasto, pero cuando tenía un boli y un cuaderno entre las manos me quedaba tranquilo y no le daba mucha guerra. Un día de invierno estaba en el sillón y me preguntó que qué estaba escribiendo en el cuaderno. ‘Estoy escribiendo una novela’, le respondí mientras ella se echaba a reír. ‘Algún día voy a escribir una novela y le va a gustar a todo el mundo’, le dije. Es un homenaje a mi abuela, aunque llega un poco tarde, cuando ya no está. Si ahora me pudiese ver, estaría súperorgullosa de mí.

¿Cómo fue el proceso creativo?

El grueso de la novela lo escribí en el Grao de Castellón. Me iba por las mañanas a caminar y me iba inspirando con música. Al volver a la furgoneta ya tenía claro lo que tenía que escribir. Hay algunos escritores que hablan del proceso creativo de sus tramas como un parto. En mi caso no fue así, yo la vomité entera. Solo hubo un momento en el que me atasqué, en el sexto capítulo. Pensaba que aquello no iba a ningún lado y pensé en guardar el texto en un cajón, pero mandé a una diseñadora gráfica hacer la portada y, a los tres días, cuando la vi con mis propios ojos, la cosa volvió a fluir. Luego es cierto que no tenía ni idea de cómo funcionaba el mundo de la autoedición y tuve que ir aprendiendo poco a poco, contraté a una correctora, a una maquetadora y eso fue lo más difícil.

Y llegó la llamada de la editorial SUMA.

A los pocos días de autopublicarla en Amazon, donde solo estuvo una semana a la venta, recibí el mensaje de Ana, mi editora. Me dijo que la querían publicar y me quedé sorprendido porque pensaba que ya había vendido todo lo que tenía que vender.

¿Pensó en algún momento que la novela podría alcanzar tanto éxito?

Hubo dos. El primero fue cuando acabé el manuscrito y se lo dejé leer a Mery. La conozco muy bien y ella no puede ocultar nunca las emociones. Me quedaba ahí mirándola por el cristal y cuando la vi llorar, reír y que no despegaba la vista del libro dije ‘esto va a molar’. La segunda fue cuando a las dos horas de autopublicarla en Amazon ya había recuperado los 3.000 euros que me había costado.

"Ahora me doy cuenta de que hay más parte de realidad de lo que inicialmente pensaba"

Asegura que no es una obra autobiográfica, aunque guarda ciertas similitudes con su historia personal. ¿Qué tiene de ficción y qué de realidad?

Cuando la estaba escribiendo pensaba que la ficción tenía más peso, pero ahora me doy cuenta de que hay más parte de realidad de lo que inicialmente pensaba. Yo diría que un sesenta por ciento realidad y un cuarenta ficción.

¿Qué tiene su novela que no tengan otras?

Me recuerda a esas series de los años noventa que veíamos toda la familia juntos en el sofá y que, al terminarse, nos había gustado a todos. Es una historia que te toca por dentro. Hay varios personajes y, tarde o temprano, todos vamos a pasar por su situación, empatizando mucho con ellos.

¿La considera una llamada a la gente para salir de la zona de confort?

En cierto modo. En el funeral de mi abuela vino una amiga de la familia que se acababa de jubilar con 70 años y me dijo que se había pegado los últimos 60 detrás de la barra de un bar, trabajando 14 horas diarias y que solo conocía Zaragoza y un poco de Teruel. Eso me hizo ‘click’ en la cabeza y comencé a ser consciente de que somos una cuenta que va hacia atrás y que hay que vivir la vida al máximo. Ahora hay muchos ‘coachs’ y ‘gurús’ que te dicen que luches por tus sueños, pero hay que hacerlo con cabeza. Yo no digo que la gente se coja una furgoneta a lo loco, simplemente creo que muchas veces vamos con el piloto automático y nos olvidamos de saborear la vida.

¿Cómo ha sido para usted ese cambio?

No he parado, he saltado de un tren en marcha y me he enganchado a otro que va en la dirección correcta. Un día es lunes, parpadeas, y ya es viernes y no nos acordamos de lo que ha pasado durante la semana. El libro explora un poco eso.

"Zaragoza es la protagonista oculta del libro"

¿Qué papel ha tenido la ciudad de Zaragoza en esta historia?

Zaragoza es la protagonista oculta del libro. La ciudad tiene un tira y afloja con el protagonista, que siente que lo está echando a patadas de sus calles, pero que tras dos años fuera descubre que todo lo aquello que él anhelaba, Zaragoza se lo da desde la distancia.

¿Qué viene después de esto?

La gente está pidiendo ya una segunda parte del libro y la editorial SUMA quiere que haga una carrera literaria con ellos. A ver qué pasa, no sabemos qué va a ocurrir, pero yo he dejado dos ventanas y una puerta abierta.

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