Caleidoscopio Teatro cumple 40 años jugando con las artes

La compañía aragonesa dio su primera función el 30 de junio de 1984 en Samper de Calanda y desde entonces ha realizado alrededor de 30 espectáculos propios, unas 60 producciones especiales, 16 ‘performances’ y exposiciones y ha actuado en diversos rincones del mundo.

Azucena Gimeno, Roberto Barra, Vicente Martínez y el gato Garbancito, con varios de los personajes creados por la compañía
Azucena Gimeno, Roberto Barra, Vicente Martínez y el gato Garbancito, con varios de los personajes creados por la compañía
Toni Galan

Entrar en las instalaciones de Caleidoscopio Teatro supone iniciar un viaje al territorio de la creación y de la fantasía. La compañía aragonesa conserva allí decenas y decenas de personajes, máscaras, muñecos, escenografías y diseños de los espectáculos que han llevado a cabo a lo largo de cuatro décadas.

El próximo día 30 se cumplirán 40 años de su primera actuación como Caleidoscopio Teatro, una función que tuvo lugar en la localidad turolense de Samper de Calanda. Azucena Gimeno y Roberto Barra, fundadores de la compañía, se sientan junto a una mesa del local para regresar sus veintipocos años y recordar sus inicios: «Veníamos de diferentes experiencias teatrales. Azucena y yo habíamos hecho algo de teatro experimental en centros universitarios y en diferentes grupos y nos tiraba mucho el tema de la calle, que en aquella época todavía tenía un color un poquito gris. La idea de llevar el color, la fiesta y la música a la calle nos motivaba y nos estimulaba mucho. Habíamos visto a compañías como El Joglars y Comediants, que para nosotros eran referencias del tipo de teatro que queríamos hacer», relata Roberto mientras Garbancito, un gato que rescataron de la carretera hace un año, se interesa por la conversación. Da un salto y se sube a la mesa. También siente curiosidad por conocer la historia de la compañía.

Azucena y Roberto continuaron formándose en Italia, Inglaterra y Francia. En París consiguieron una beca del Ministerio de Cultura para estudiar en la escuela de teatro mimo y movimiento de Jacques Lecoq . enfocada a la educación de la mirada y de la creación. Allí entraron en contacto con las máscaras de entrenamiento actoral, que inspirarán el imaginario de las creaciones de Caleidoscopio.

«El nombre lo eligió Roberto, porque se trata de distintas piezas que al juntarse crean imágenes bellas, que es lo que significa Caleidoscopio. Desde el primer momento cultivamos una mirada muy libre y muy abierta hacia el teatro al utilizar la palabra, el gesto, los muñecos, las máscaras, la música y las artes plásticas –explica Azucena–. Hacemos teatro para todos, no solo para niños o niñas. Es también para el niño que hemos sido».

«El año pasado estuvimos con el último montaje que hemos producido, ‘Los paraguas de Satie’, en el Teatro del Mercado de Zaragoza. De todos los espectadores que vinieron, alrededor del 80% eran adultos que acudieron con sus hijos porque admiraban la música y la figura de Erik Satie. Nuestros espectáculos hacen reír, hacen disfrutar, pero también pensar –cuenta Roberto–. Nos gustan mucho las historias abiertas, que tengan un lenguaje asociativo y que no sermoneen».

Artistas y artesanos

Caleidoscopio Teatro ha producido alrededor de 30 espectáculos y ha realizado unas 60 producciones especiales (cabalgatas, pasacalles...). La compañía se caracteriza por su habilidad artística y también artesanal. Disfrutan de igual manera el proceso de diseño y creación de muñecos, máscaras, atrezzo, vestuario...

Su labor como artistas, pedagogos, artesanos y divulgadores queda patente en espectáculos como ‘Ábrete Sésamo’ (premiado en Nueva York en 2009 con el ¡Hola! Award que otorga la Hispanic Organization of Latin Actors of New York), ‘Ondina Glups’, ‘Ni y Mu van al teatro’, ‘Los paraguas de Satie’; en programas escolares como ‘El abrigo de Yorick’; en la conferencia-espectáculo ‘Todo fluye’, en la que muestran las distintas técnicas que la compañía utiliza en sus montajes; en exposiciones como la del XXV aniversario de Caleidoscopio Teatro en el Centro de Historias (2011) y ‘Garbancito, historias alegres para tiempos difíciles’ en la Casa de los Morlanes (2021) –en colaboración con los artistas Sergio Abraín y José Rubio–, o en la coordinación y dirección de la cabalgata del Pregón de las Fiestas del Pilar.

Nueva producción

Azucena y Roberto cuentan que en este 40 aniversario de la compañía han puesto en marcha un programa que se llama ‘Caleidoscopea’, en el que retoman todo el repertorio de espectáculos que no representan desde hace tiempo. «Los hemos recuperado para que el público los pueda disfrutar. También estamos trabajando en una producción escénico-musical con la Orquesta Sinfónica Ciudad de Zaragoza. Se trata de una versión teatral y otra con orquesta, inspiradas en ‘Cuadros de una exposición’ de Mussorgsky, que nosotros vamos a llamar ‘Promenade’. Es como un paseo por un museo donde jugamos a escuchar los cuadros y a ver y sentir los colores», revela Azucena.

«Para nosotros la celebración abarca realmente dos años. A partir del 30 de junio, posiblemente en un momento dado de este año o del que viene habrá una quedada o alguna fiesta con antiguos integrantes y colaboradores de la compañía. También nos ronda por la cabeza organizar algo de carácter expositivo, pero el tiempo es limitado y ahora realmente estamos inmersos en la nueva producción, además del resto del repertorio», comenta Roberto.

Levantar una espectáculo es un tarea que Caleidoscopio Teatro afronta con minuciosidad. En la compañía también están Vicente Martínez (se unió en 1995), Luna Gay, Lorena García... «tenemos un equipo de colaboradores habituales y llegamos a ser una docena de personas cuando tenemos que ampliar el equipo» añade.

«Crear una producción nos cuesta unos tres años, desde que surge la idea hasta que se crean prototipos, se prueba... lo mostramos a grupos de niños antes de estrenarlo porque ellos son muy sinceros y si algo no les mola, hay que corregirlo –dice Azucena–. Nuestro gato Garbancito también es un buen crítico. Está pendiente de todo durante los ensayos, le encantan, pero cuando vemos que se va de la escena, es que la función no tiene ritmo».

Tras una hora y media escuchando a Azucena y Roberto, Garbancito se ha bajado de la mesa y se ha vuelto a subir varias veces, pero apenas se ha alejado durante la charla. Será que ha ido bien.

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