Luis Tabuenca: "Un piano, un ordenador o una rueda de bicicleta son instrumentos musicales"

¿Qué es ‘Naturstudium’?
Un ciclo de obras que reflexionan sobre la fragilidad, la fugacidad y los acontecimientos a los que está expuesta la naturaleza. En cada obra intento crear un espacio que materialice el concepto de atmósfera o paisaje, en el sentido en que las cosas toman forma, asumiendo una textura, una densidad y unos procesos de cambio y transformación. El formato y la instrumentación varían en cada obra. Hay obras para un solo instrumento, grupos de cámara, piezas para orquesta, instalaciones sonoras o incluso piezas escénicas. 

¿Y cuántas de esas obras son ya realidad?
Hasta la fecha hay dos trabajos del ciclo y estoy preparando el tercero. ‘Naturstudium 1’ lo forman seis piezas para percusión y se ha grabado en un disco. ‘Naturstudium 2’ es una obra para saxofón soprano. Y actualmente, gracias a una beca Leonardo de la Fundación BBVA, estoy componiendo ‘Naturstudium 3’, una obra de 60 minutos de duración para esculturas sonoras Baschet. Estas esculturas son instrumentos musicales creados por los hermanos François y Bernard Baschet, están hechas de metal moldeado y vidrio, y combinan las artes visuales con la música.

¿Cómo define su música?
Es una continua expansión y cuestionamiento de la música clásica contemporánea, utilizando el sonido como una forma de pensamiento y de exploración. A través de la improvisación, la tecnología, la colaboración interdisciplinaria y la redefinición del rol del músico, creo obras que desafían las convenciones y exploran nuevas posibilidades en la música.

Pensábamos que la batería ya era un instrumento cerrado, concluso, pero usted le encuentra nuevas sonoridades. 
La batería, al igual que muchos otros instrumentos musicales, se ha ido estandarizando con el paso del tiempo. Pero no era así al principio. De hecho, era un instrumento totalmente abierto. En mi caso, trato de entender cómo ha evolucionado para proponer nuevos desarrollos que se alejen de la estandarización tanto técnica como estilísticamente. 

Además, compone óperas. 
Valoro la ópera como un espacio que posee infinitas posibilidades creativas y que te permite la colaboración con otros artistas y disciplinas. En pleno siglo XXI, ha de ser un reflejo del momento que nos toca vivir, cuestionando continuamente los límites del género y su definición, y tratando de ser cada vez más sostenible, inclusiva, diversa y accesible. Hasta la fecha he compuesto dos óperas, ‘Hor’ (2019) y ‘Dreamtime’ (2022) y actualmente estoy preparando la tercera. En ‘Hor’, el libreto se basa en un cuento de Michael Ende, y en ‘Dreamtime’ el libreto fue escrito por Gonçalo Tavares.  

¿Qué importancia le da a la improvisación? 
Ha estado unida a la composición desde siempre. De hecho, grandes compositores como Bach, Beethoven o Liszt, fueron aclamados como grandes improvisadores. El acto de hacer música es una forma de pensamiento. De la misma forma, componer e improvisar nos permiten explorar conceptos y emociones a través de los sonidos. En mi proceso creativo estas dos formas van de la mano, se retroalimentan. Cuando improviso estoy componiendo, y, cuando compongo, busco la frescura y lo inesperado de la improvisación.

Tiene un tema en el que incluye el sonido del agua cayendo sobre el instrumento. ¿No es demasiado esnobismo? Muchos no lo van a entender.
En mis obras me gusta crear situaciones de caos controlado para permitir un diálogo sonoro en tiempo real. A estas situaciones las llamo ‘pulsos vivos’ porque intervienen en la obra y crean una conversación con lo que hace el intérprete. Este es el caso de las obras con gotas de agua, donde las gotas que caen sobre el instrumento interactúan con la partitura, igual que si se tratara de una obra de música de cámara.

¿Por qué la percusión?
A los 6 años comencé tocando el violín y después el saxofón. La percusión vino porque teníamos una batería en casa que la compraron mis padres porque mi hermano Carlos estaba estudiando percusión en el conservatorio. Más tarde me matricularon a mí, y fue allí donde encontré el aliado perfecto para mis aventuras sonoras. La percusión clásica-contemporánea constituye una fuente inagotable de recursos sonoros y conceptuales, que pueden ser aplicados a cualquier objeto. Eso es quizás, lo más fascinante de todo, que cada persona puede crear su propio camino.

¿Qué recuerdos tiene del Conservatorio Superior de Aragón?
Aprendí mucho, tanto de mis profesores como de mis compañeros. El CSMA siempre ha sido un centro que promueve el talento y la excelencia y continuamente salen muy buenos músicos.

Desde hace 10 años trabaja con ruedas de bicicleta. ¿Qué musicalidad, qué timbre le ofrecen?
Para mí un instrumento musical es aquel objeto por medio del cual hacemos música. Es una herramienta que nos permite comunicarnos a través de sonidos. Y en esta definición caben por igual un piano, un ordenador, la voz humana, o una rueda de bicicleta. No creo que sea tan importante el instrumento en sí, sino lo que eres capaz de expresar a través de él. De este modo, la rueda de bicicleta, o cualquier otro objeto sonoro, los utilizo de la misma forma que si trabajara con un saxofón o un violín. Me interesa explorar el rango de posibilidades sonoras que me ofrece ese instrumento, dejando de lado la tradición, y deseando que surja lo inesperado.

¿Existe experimentación más allá del helicóptero de Stockhausen?
La experimentación es algo inherente a cualquier forma de arte. Ese ánimo de dejar atrás lo conocido y de adentrarse en espacios inhóspitos no explorados previamente se ha dado en todas las épocas y contextos. Este modo de cuestionar y de interpelar el discurso canónico del arte,no es exclusivo de un tipo de música en concreto y afecta a todos los géneros por igual, del más culto al más popular. Existe también experimentación en el jazz, en el pop, en el rap y en cualquier otro género musical. Puede haber obras muy experimentales o poco experimentales, y ello dependerá de la distancia que mantenga cada obra con el canon discursivo que están cuestionando.

¿Se escucha su música en Aragón?
Estoy muy comprometido con traer mis proyectos a Aragón y compartir mi evolución artística con la comunidad que me ha respaldado desde el principio. Gracias al apoyo de músicos y programadores aragoneses como Luis Lles, Blanca Gascón, Fernando Gabarrús, Toño Monzón, César Peris o Marina Quílez, he presentado mis proyectos musicales en el Festival de los Castillos, el Festival Periferias, el Ciclo de Noches de Verano, el Festival Radical Db, La Semana del Japón, o el Festival Danza Ples del Auditorio de Zaragoza entre otros. Además, en septiembre estaré de nuevo en el auditorio de Zaragoza grabando mi próximo disco con el ensemble Les Percussions de Strasbourg y las esculturas sonoras Baschet. Espero poder hacer una gira por Aragón para presentar el disco y mi próxima ópera.