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Joaquín Murillo, codirector de Che y Moche: "El mejor teatro, ante todo, es sincero y singular"

El actor y músico repaso 42 años en los escenarios, la trayectoria de su compañía y la gestión, con el Teatro del Temple, del Teatro de las Esquinas

Joaquín Murillo alterna el teatro con la televisión y el cine, y siente una gran pasión por la música.
Joaquín Murillo (Zaragoza, 1965) alterna el teatro con la televisión y el cine, y siente una gran pasión por la música.
AC/Heraldo.es

¿De qué modo marca ser hijo del goleador Joaquín Murillo?

Siempre me lleno de orgullo saber lo 'magnífico' que fue mi padre en el futbol, hubo un tiempo en que se decía que el Zaragoza eran Murillo y diez más. Entrabas a una tienda y lo conocían, cogías un taxi y lo mismo, era muy querido por la afición y él siempre respondía con gran cariño y gratitud. Había en mi padre una extraña combinación de pasión y humildad a partes iguales que siempre he tratado de cultivar, eso me parecía admirable

¿Cómo veía a su padre: como un héroe, como un galán de cine, como un amigo entrañable?

Era un gran hombre, bueno por naturaleza, discreto y un tanto reservado, formaba parte de esa generación que hablaba de la nobleza de la gente, que huía de la exageración y que trataba a sus mayores de usted. Cuando yo era pequeño lo veía como un auténtico héroe y hoy, que ya no está, echo mucho de menos al padre cariñoso y entrañable que fue.

Creo que fue actor por vocación y a hurtadillas. Cuando se dieron cuenta, ¡zas!, te había apuntado a la Escuela Municipal de Teatro. ¿Qué sucedió?

Pertenezco a una generación en la que un 'no' por parte de tu padre era bastante difícil de cambiar, así que me lie la manta a la cabeza y me apunté a la escuela de teatro sin que lo supieran, en casa habíamos quedado que seguía en el instituto, pasó un tiempo hasta que confesé la verdad, y esa verdad no gustó mucho a mi padre, por suerte a los años se convirtió en un auténtico fan de mi trabajo acompañándome incluso en alguna de mis giras, fueron días queridos que nunca olvidaré.

¿Qué actor, qué obras, qué hechos, qué anecdotario oculto le habían ganado para el teatro?

En casa se disfrutaba del teatro, del cine, de la danza. Se escuchaba mucha música, se hablaba de lo que habías leído. Son muchos grandes actores y actrices los que recuerdo, pero si algo o alguien me ganó absolutamente para el teatro sin duda fue mi madre. Ella, como la mayoría de las mujeres de su época, si fue una absoluta heroína; tocaba el piano, pintaba de maravilla, trabajaba fuera de casa, crió tres hijos y además escribía y dirigía teatro… ¡Toma ya!

Desconocía esta historia.

Mi madre, María Gloria, me enseñó que el teatro era compartir, era conocerse, era celebrar, era estudiar divirtiéndose, era al fin y al cabo una hermosa forma de vivir. Ella nos reunía a toda la familia al volver del verano y ensayábamos desde septiembre a diciembre para el gran estreno en navidad. Primos, hermanos, tíos e incluso mi abuelo, que como gran escaparatista que fue se atrevía con las escenografías, éramos una gran familia teatral en el más amplio sentido de la palabra. En mi estreno tenía tres años y me sentí feliz en escena, hoy sigo sintiéndolo así. Se lo agradeceré eternamente.

Joaquín Murillo, padre, en una formación del Real Zaragoza de finales de los 50. Está, arrodillado, en el centro, tercero por la izquierda.
Joaquín Murillo, padre, en una formación del Real Zaragoza de finales de los 50. Está, arrodillado, en el centro, cuarto por la izquierda.
Archivo Murillo.

Entre otras compañías se dio a conocer en el Nuevo Teatro de Aragón. ¿Qué rescata de los inicios, cómo vivía la escena, sus viajes por la Comunidad?

Después de contarte lo de mis comienzos con mi madre inevitablemente, le diré que con lo que me quedo es con aquella primera familia teatral que tuve en la profesión, mis hermanos del alma para toda la vida: Rosa , Goyo, José Ramón, Marisa, Marian, Cristina, Félix, Miguel Ángel… ¡Cuántos recuerdos, giras, espectáculos y mucha, mucha vida compartida!

¿Cómo dio el salto a tu propia compañía? ¿Qué andaba buscando?

Pienso que en realidad no buscaba nada en concreto, van pasando cosas que te hacen tomar decisiones. La etapa del Nuevo teatro de Aragón se acabó y yo ya llevaba tiempo dando clases de teatro en la facultad de trabajo social, allí conocí a mi actual familia teatral, mis socios, Raquel, Marian y Tatoño Perales, a los que tanto les debo. Hace ya más de 30 años del comienzo y estuvimos casi 7 años de trabajo intenso antes de dar el salto del ámbito universitario al estrictamente profesional. Como compañía universitaria cosechamos muchos éxitos, reconocimientos y varios premios nacionales, nos sentimos fuertes y con ganas de comenzar un nuevo viaje juntos, en 1997 nos profesionalizamos, los éxitos crecieron y también el reconocimiento nacional e incluso internacional. Permio Max 2010, premio nacional mejor actor en Barcelona, más de cien actuaciones anuales, giras internacionales, apertura del teatro de Las Esquinas… y hoy tras 42 años de trayectoria giro con 6 maravillosos espectáculos en repertorio haciendo más de 30 mil kilómetros al año.

¿Una voz como la suya, determina el carácter, orienta el oficio?

A veces, aunque te parezca mentira, determina un carácter que realmente yo creo que no tengo, suena demasiado rotunda y desearía no serlo tanto como parezco. En la cuestión de oficio pienso que es una fortaleza en la que no hay que confiar demasiado, el verdadero poder del actor habita en otros lugares, aunque siempre está bien saber que la voz no te va a dar muchos problemas.

Después de todo, había fundado con otra gente Che y Moche. ¿Qué tipo de teatro querían hacer?

Hemos tocado muchos palos, géneros, estilos… Siempre pensamos mucho en la siguiente producción y tratamos de encontrar un equilibrio entre lo que realmente nos inquieta y queremos contar, y lo que puede interesar al público. Lo cierto es que todas las obras que hemos producido son una expresión de las cosas que nos preocupan, nos interesan y nos importan. El mejor teatro es sobre todo sincero y singular, y si gusta mucho o poco ahí está el público, la crítica y la trayectoria para hablar de ello. Nosotros hacemos obras donde público de edades diversas disfrutan juntos, donde la crítica dice que desafiamos de forma divertida al teatro tradicional y algunos programadores, incluso de otros países, dicen que la mezcla de disciplinas tan diversa y personal en teatro Che y Moche hace que nuestros espectáculos sean difíciles de clasificar en un tipo de teatro concreto pero que a la vez es lo que nos hace únicos, inimitables y sorprendentes.

Da la sensación de que en muchas cosas, al principio, había ecos cinematográficos, bien claro, y más tarde, musicales. ¿Es así?

Me acuerdo de 'Metrópolis', 'Nosferatu', 'Cielo sobre Berlín', bellas películas que llevamos al teatro, esa vertiente no está cerrada, hay una hermosa película que me marcó hace años que bien merece una buena obra más pronto que tarde, además acabamos de hacer una versión del 'Don Juan en los infiernos' de Gonzalo Suarez, otra película de 1991 inspirado en el potente 'Don Juan' de Moliere, una versión atrevida e imprescindible, muy oportuna para abordar el mito hoy en día, comenzamos gira este año y lo estrenaremos en Zaragoza para noviembre de 2025. En cuanto a lo de los musicales como te comentaba antes creo que son una forma muy personal y diferente de entender un espectáculo de teatro con música en directo, es una formula muy original con un estilo muy propio que ya llevamos tiempo desarrollando, sin duda es una de nuestras fortalezas, una fórmula que después de casi 25 años conocemos bien, y nos resulta hermoso y natural contar nuestras cosas de esa manera, para muestra un botón; 'El Funeral' es uno de esos espectáculos de teatro y música en directo de los que hablamos, lleva casi 20 años en cartel con más de 1300 funciones a lo largo y ancho del planeta con cientos de miles de espectadores, sin duda una de las obras más representadas por una compañía de teatro independiente.

Cuando mira hacia atrás, ¿qué rescata de estos más de 25 años de compañía?, ¿dónde diría usted que han ofrecido el do de pecho y de máxima calidad?

No me resulta fácil elegir una entre todas, pero sin duda la adaptación de la película 'Metrópolis', con música original de Víctor Rebullida y coreografía de Elia Lozano marcó un antes y un después en nuestra compañía, nos premiaron con el Max a espectáculo revelación 2010, eso estuvo bien, pero lo más importante fue la acogida que tuvo, una producción con más de 20 actores y con orquesta en directo 50 personas en gira, creo que pocas veces se puede realizar algo semejante en la trayectoria de una compañía de provincias.

¿Desde cuando es músico o es un oficio nuevo, por contagio de Tereza?

Bueno, realmente soy un actor que toca el saxofón, un actor o un payaso de los de antes, eso me gusta creer, eso me hace conectar con otro tipo de trabajos donde el texto no es lo principal, donde el humor, la energía y la improvisación me hacen vivir el escenario de otra manera, es como si fuera diferente, no soy el que interpreta a don Juan o a Mosén Millán del 'Réquiem por un campesino español'.

La música me hace conectar con algo más surreal, más incontrolable, me da miedo y a la vez me apasiona, la comparto de una manera mágica con mi pareja, mi compañera, mi socia en la vida, Teresa Polyvka, además de a mi querido maestro Carlos Calvo, a ella le debo lo que soy como músico.

Bonito homenaje a los dos.

Antes te decía, que pocas veces las cosas que nos pasan son decisiones programadas, verás, después de una complicada operación de pulmón y dos meses de hospital me quedé en dique seco casi medio año, me dijeron que tenía que fortalecer mis pulmones soplando una máquina y globos, yo pasé de eso y me compré un saxofón, así comencé a tocar, las cosas llegan y te pasan.

Joaquín Murillo prepara para su compañía un montaje de 'Don Juan'.
Joaquín Murillo prepara para su compañía un montaje de 'Don Juan'.
Archivo Che y Moche.

Ha hecho cine, televisión, y por supuesto, teatro. ¿Dónde se ve mejor, dónde se siente más usted, Joaquín Murillo, cómodo, en plenitud?

Teatro

Bien. Lacónico. ¿Cómo les ha marcado en casa la guerra de Ucrania? Tereza es ucraniana.

Después de dos años ya no sé qué responder, me resulta muy complicado hablar de ello, hemos pasado por distintas fases, desde la incredulidad al desaliento y el dolor más indescriptible, esto no se sobrelleva como la pérdida de un ser querido, no llegas a ver el final, tratas de sobreponerte pero sin caer en la rutina y el olvido como el resto del mundo, nosotros ni podemos ni debemos. Al principio, la gente nos llamaban por teléfono casi todos los días, al año solo si nos veían en alguna parte nos preguntaban tímidamente por la guerra y hoy en día nos evitan y nadie nos pregunta, es una extraña sensación, casi como que molestamos si hablamos de ello. Cuando la gente se harta de algo no se da cuenta lo injusta y cruel que puede llegar a ser. La sociedad, como dijo hace unos días el escritor Manuel Vicent, tiene el cerebro lacerado.

"Poder gestionar el Teatro de las Esquinas es uno de los proyectos más emocionantes de mi carrera, en él hemos roto todos los moldes, incluido el de la dificultad que podría entrañar liderar el proyecto junto a otra compañía, Teatro del Temple ha resultado ser el compañero ideal para este maravilloso viaje, sin duda más miembros imprescindibles en mi vida teatral"

Cuéntenos qué son ‘El funeral’ y ‘Un día feliz’. ¿Son su carta, su grito, su penitencia de sensatez y paz?

En ellos vivimos nuestros deseos con una pasión intensa, tanto que todo se vuelve casi real cuando el público asiste a la representación, en ambos espectáculos nuestro espíritu zíngaro, eslavo y muy ucraniano lo inunda todo, En ellos el violín de Teresa hace temblar los corazones y silencia las bombas, Kike Lera y Sergio Domínguez nos acompañan dando luz allí donde la oscuridad de la guerra no deja ver. Esta es nuestra batalla; la del arte, la de la risa, la del teatro y la música, la de la vida

¿Cómo ha vivido la experiencia del Teatro de las Esquinas?

Es un absoluto reto, poder gestionar este espacio es uno de los proyectos más emocionantes de mi carrera, en él hemos roto todos los moldes, incluido el de la dificultad que podría entrañar liderar el proyecto junto a otra compañía, Teatro del Temple ha resultado ser el compañero ideal para este maravilloso viaje, sin duda más miembros imprescindibles en mi vida teatral; Alfonso, María y Carlos, a pesar de lo que pueda parecer en esta entrevista, me cuesta presumir por los logros profesionales, pero sin duda El teatro de Las Esquinas es algo de lo que podemos estar muy orgullosos y así nos lo hace sentir el público zaragozano con su asistencia año tras año.

Joaquín Murillo durante el montaje de 'El viejo y el mar'.
Joaquín Murillo durante el montaje de 'El viejo y el mar'.
Archivo Che y Moche.

Ante el espejo, con cuarenta años a sus espaldas, ¿ya sabe qué es un actor, cuál es su función, su compromiso, su rebeldía?

Yo no creo que tengamos una función diferente al resto de los mortales, cada uno desde su trabajo tiene que esforzarse por ser lo mejor persona posible, esa es nuestra función en la vida, pienso que no es poca cosa, cada oficio tiene sus peculiaridades y sus mecanismos para, formando parte de una sociedad, tratar de conseguirlo, ese es el compromiso, y tal y como van las cosas en este planeta no creo que haya algo más rebelde que eso; ser buena persona.

¿De qué se queja o querría quejarse?

Podría hablar del momento tan terrible que nos está tocando ver y vivir, pero creo que aprovecharé para tratar de poner una vela en la ventana y así poder volver a casa. No todo es entretenimiento. Los teatros son lugares donde merece la pena perderse y descubrir cosas que ni pensabas que podrían pasar. Es mentira que solo los espectáculos más grandes y espectaculares son los mejores, no todo vale para poder llenar un teatro. Del mismo modo que la poesía es imprescindible en las librerías, el teatro de las compañías debe serlo en los teatros. Aunque no los conozcas de la tele atrévete a ir a verlos, muchas compañías tienen actores que llevan toda la vida haciendo solo teatro y si vas a verlos alucinarás, algunas obras incluso te cambian la vida. Me quejo de que se nos censure, me quejo de tener miedo a ser disidente, me quejo de que no se proteja el teatro de compañías frente a las grandes productoras. No podemos olvidar porque el edificio se llama TEATRO.

Joaquín Murillo se siente muy satisfecho de su trayectoria y de la opción que eligió hace más de 40 años.
Joaquín Murillo se siente muy satisfecho de su trayectoria y de la opción que eligió hace más de 40 años.
A. C./Heraldo.
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