artes plásticas. ocio y cultura

El Centro de Arte de Aínsa-Sobrarbe expone la pintura transgresora de los 80 en España

Permanecerá abierta hasta el 12 de enero y sale adelante, de nuevo, con la estrecha colaboración de la Galería Miguel Marcos de Barcelona

Una visión panorámica de una muestra sumamente atractiva que se expuso en varios lugares en los 80 y 90, entre ellos el Palacio de Sástago.
Una visión panorámica de una muestra sumamente atractiva que se expuso en varios lugares en los 80 y 90, entre ellos el Palacio de Sástago.
Archivo G. Miguel Marcos.

El Centro de Arte Contemporáneo de Aínsa-Sobrarbe ha inaugurado este sábado su nueva propuesta, 'Los 80, autonomía de la pintura', que permanecerá abierta hasta el 12 de enero y que nuevamente sale adelante con la estrecha colaboración de la Galería Miguel Marcos de Barcelona.

Obras de 16 artistas españoles de la época de La Transición se dan cita en el espacio cultural municipal, que de cara al comienzo de la temporada de verano apuesta de nuevo por diversificar la oferta de ocio y cultura a través del arte contemporáneo. La exposición da cabida a trabajos de gran formato unidos por un mismo hilo conductor: el contexto de cambio y de transgresión de la década de los 80 en España, al mismo tiempo empujada por una serie de acontecimientos a nivel mundial que fueron determinantes para crear una nueva perspectiva del rol del arte en la sociedad.

En el caso de España, un grupo de creadores integró los movimientos que se estaban produciendo como fuente de inspiración para emprender proyectos artísticos de altísima calidad. Hoy en día, esas obras continúan siendo referente para los artistas actuales. Esta generación debatió tanto en el plano de la producción como en el campo intelectual, asociándose y conformando grupos de discusión como Trama, Atlántica o la Nueva Figuración madrileña. De ellos formaban parte muchos de los artistas presentes en la exposición de Aínsa: Juan Antonio Aguirre, Carlos Alcolea, José Manuel Broto, Chema Cobo, Carlos Franco, Ferran Garcia Sevilla, Xavier Grau, Menchu Lamas, Antón Lamazares, Víctor Mira, Juan Navarro Baldeweg, Antón Patiño, Charo Pradas, Manolo Quejido, Santiago Serrano y José María Sicilia. La exposición incluye una obra inédita, 'Mujer con mono', del aragonés Víctor Mira. 

“De nuevo, abrimos las puertas de este espacio que ya es parada obligatoria para turistas y habitantes de Aínsa y de la Comarca de Sobrarbe en la Villa Medieval. Nos enorgullece poder decir que aquí, en un pueblo tan pequeño como el nuestro, tengamos la oportunidad de ver y de disfrutar la obra de artistas españoles de renombre”, apuntaba durante la presentación Agustín Muñoz, concejal de cultura del ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe. “Es una ocasión fantástica para revivir aquel capítulo no tan lejano de nuestra historia a través del arte y darle a estas obras la importancia que merecen. Esperamos que quienes se acerquen hasta aquí sientan esta propuesta como un ilustrativo nexo de unión entre nuestro presente y nuestro pasado reciente”.

El arte de los 80 en contexto

En los 70 y 80, diversos acontecimientos promovieron un nuevo concepto del arte. La ruptura del bloque del Este, la destrucción del muro de Berlín o la instauración del neoliberalismo en la economía mundial, junto a los movimientos marcados más por la reivindicación de derechos culturales que por los radicalismos políticos, así como la preeminencia y el alcance de los mass media, influyeron en la apertura de mercados y en el inicio de una época donde el arte se convirtió en un bien de consumo estimable.

La autonomía alcanzada era una autonomía de respaldo e intención. Apostar por la pintura fue la consigna de las diferentes tendencias que emergieron o se consolidaron a partir de la mitad de la década de los setenta y, sobre todo, en los ochenta: el neoexpresionismo o 'Die Neue Wilden' alemán, la Transvanguardia italiana, los 'Supports-surfaces' franceses (que tan bien asimiló entre nosotros José Manuel Broto), el posmodernismo, la Bad Painting.

Para el arte español, los 80 fueron años en los que aumentó el patronazgo corporativo de instituciones públicas y privadas, jugando un papel esencial las galerías. Una de las que jugó, y sigue jugando, un papel fundamental en la promoción de los artistas de la generación de los años ochenta, es la Galería Miguel Marcos, del galerista y expintor zaragozano. Su labor propició la presencia de los creadores en las ferias internacionales y en fomentar vínculos de colaboración con otras instituciones como ocurre, desde 2013, con el ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe. “Gracias a esta estrecha cooperación logramos llevar a cabo nuestra misión por investigar y difundir el arte contemporáneo desde un entorno rural”, recalcan desde la galería, “pero con una visión universal y actual, tal como lo manifiesta la presente exposición”.

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