El archivo de la Seo de Zaragoza cambia de sede e instalaciones y entra en el siglo XXI

La antigua casa de canónigos, junto al Arco del Deán, rehabilitada y adecuada para acoger los fondos

El canónigo archivero Isidoro Miguel, ante el armario compacto móvil de una de las salas del archivo.
El canónigo archivero Isidoro Miguel, ante el armario compacto móvil de una de las salas del archivo.
Francisco Jiménez

Un archivo del siglo XXI, funcional y dotado de las mejores condiciones de seguridad y vigilancia. Así es el nuevo Archivo Capitular de Zaragoza, que no se ha inaugurado aún (faltan numerosos detalles, desde mobiliario a rotulación) pero que sigue prestando un gran servicio a los investigadores. El traslado y reubicación de los fondos ha sido complejo (miles de volúmenes, algunos delicados, varias toneladas de peso...) pero ya está casi completado, gracias a los archiveros y un grupo de voluntarios. La inauguración oficial quiere hacerse a final de año, cuando ya esté todo perfecto.

Isidoro Miguel, canónigo archivero-bibliotecario del Cabildo asegura que "en el anterior emplazamiento nos habíamos quedado ya sin espacio, y era necesario darle una solución de futuro a nuestro archivo, clave para numerosas investigaciones históricas".

El nuevo centro se ubica junto al Arco del Deán, en la antigua casa de canónigos, y tiene entrada independiente por la calle, a diferencia del antiguo, al que había que acceder desde el interior de la catedral de la Seo. Es un inmueble de planta baja y tres alturas con una superficie total de 400 metros cuadrados. No parece mucho espacio, pero es más del doble de lo que había antes, y el proyecto arquitectónico de Mariano Pemán y Luis Franco lo ha aprovechado muy bien: se han asumido fondos que antes no se tenían y hay hueco para admitir nueva documentación.

El archivo antiguo, con sus bellos armarios estantería de madera, es ahora una biblioteca con fondos del siglo XX ordenados por temas.
El archivo antiguo, con sus bellos armarios estantería de madera, es ahora una biblioteca con fondos del siglo XX ordenados por temas.
Francisco Jiménez

El edificio, que tenía dos viviendas por planta, ha sido rehabilitado por completo, reforzándose paredes y estructura para poder tener dos silos de libros y documentos en cada una de las alturas. Todos los silos, donde el material se guarda en armarios compactos móviles, tienen las más modernas medidas de seguridad , antiincendios y control de temperatura y humedad.

El Pilar sigue teniendo su archivo, dirigido por Ester Casorrán, al igual que la diócesis (este, con Juan Ramón Royo al frente). El nuevo Archivo Capitular, que dirige Isidoro Miguel y que cuenta con el especialista Jorge Andrés Casabón, reúne los fondos del Archivo de la Seo, la Biblioteca Capitular y el Archivo de Música de las Catedrales, que se ha trasladado aquí. "El archivo musical es uno de los más importantes de España y destaca el número de peticiones que tenemos para consultarlo", revela Isidoro Miguel. Para comprobarlo, basta un dato: el fondo de partituras de Domenico Scarlatti es la tercera colección a nivel mundial de este compositor (después de Parma y Venecia) y, aunque está digitalizada, hace tan solo unos días se envió a Reino Unido uno de los volúmenes, reclamado para su estudio.

Para consultar los fondos es necesario solicitar cita previa. Una vez adjudicados el día y la hora, el investigador podrá entrar por la puerta de la calle del Deán, 3, y, tras dejar sus enseres en la zona de recepción, acceder a la sala de consulta, con seis amplios puestos de lectura, donde podrá trabajar cómodamente con su ordenador y el material que haya solicitado.

Capítulo aparte lo constituye el Archivo Musical de las Catedrales, del que se encarga específicamente Luis Antonio González Marín, musicólogo del CSIC y director de Los Músicos de Su Alteza. Hay una sala especial para los 200 cantorales y cada uno de ellos ha sido objeto de una limpieza mecánica, página a página, y química, con un tratamiento por anoxia (tras introducirlos en una bolsa estanca, se ha eliminado en ella el oxígeno y se ha sustituido por hidrógeno). También se ha redactado un pequeño informe sobre el estado de conservación de cada uno de ellos. Ahora están convenientemente protegidos a la espera de que lleguen los muebles donde se conservarán.

Volumen con dos misas antiguas transcritas con capitulares miniadas.
Volumen con dos misas antiguas transcritas con capitulares miniadas.
Francisco Jiménez

En la primera planta se conservan los fondos de la Biblioteca Capitular: incunables, manuscritos, pergaminos y libros desde el siglo XVII al XIX (en total, 6.824 'items'). En la segunda, el Archivo histórico de la Seo, con miles de pergaminos, que en buena parte han pasado por los monasterios zaragozanos de San Benito y Santa Lucía, donde las religiosas de clausura, especialistas en el tratamiento y restauración de documentos, los han tratado y planchado. Y en la tercera planta se conserva el resto del archivo musical, desde partituras de los maestros de música que han tenido las catedrales a cantorales de atril (de dimensiones y peso menores a los de facistol, que se ubican en la primera planta). En todo el edificio hay despachos, una sala para la digitalización de documentos, otra para la visualición de microfilmes e incluso un pequeño espacio expositivo en el sótano.

¿Y qué ha sido del antiguo archivo capitular, con sus bellas estanterías de madera a doble altura? "Allí hemos puesto la biblioteca del siglo XX –concluye Isidoro Miguel–. Canónigos como Tomás Domingo, Antero Hombría o Francisco Izquierdo Molins nos donaron sus valiosas bibliotecas. A cada uno de sus libros le hemos puesto un sello para indicar su procedencia, pero luego los hemos distribuido por la sala por temas de consulta". 

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