Habíamos conocido a los californianos Hooveriii navegando por la red, donde pueden encontrarse conciertos suyos donde aparecen como quinteto, e incluso sexteto; sin embargo, la banda angelina que compareció el domingo sobre el escenario de Rock & Blues Café, inicio de su gira española, se reducía al trío integrado por Bert Hoover (voz, guitarra, teclado), Kaz Mirblouk (bajo y coros) y Owen Barrett (batería). Quizás ello se deba a la intención de economizar costes, pero seguramente tuvo mucho que ver en que lo que escuchamos distara bastante de lo que esperábamos de ellos.

Hooveriii (pronúnciese “huverzri”) llegaban precedidos de cierta fama -subterránea, eso sí- como una de las bandas más interesantes y personales de la nueva escena del rock alternativo de Los Ángeles, con un sonido que combina ingredientes de space rock, psicodelia o krautrock de los 70. Mas en su presentación zaragozana dejaron escaso rastro de esas pistas, decantándose hacia una vena más punkarra y hardcore, más directa y contundente, y que desde luego no guarda mucha relación con lo que ofrece su álbum más reciente, ‘Pointe’.

Solo con cuentagotas aparecieron esas sonoridades espaciales, esos influjos de añejas bandas germánicas como Can o Neu!, esas inclinaciones hacia la experimentación que nos habían llamado la atención hacia ellos. Y sin duda esos contados momentos dejaron intuir que ahí, precisamente, radica el mayor atractivo de Hooveriii, cuando se entregan a la creación de atmósferas y cuidan los aspectos melódicos, más que en el ejercicio de rock descarnado y brutote que impusieron la mayor parte de su actuación. El baterista Owen Barrett es una mala bestia, que se gana el jornal sudando de lo lindo, pero a veces –en música casi siempre- menos es más. Concluyendo, Hooveriii ofrecieron un buen concierto, pero su potencial es muy superior.