moda nupcial

Pablo de la Torre, el zaragozano que transformó la arquitectura en elegantes vestidos de novia

El diseñador zaragozano ha presentado este martes en Madrid ‘Raíces’, su nueva colección de vestidos de novia, madrina e invitada a medida, que se inspira en Goya y Julio Romero de Torres.

El diseñador de moda nupcial Pablo de la Torre presenta 'Raíces'
El diseñador de moda nupcial Pablo de la Torre presenta 'Raíces'
H. A.

Ha pasado mucho, mucho tiempo desde que el zaragozano Pablo de la Torre (43) decidió irse a la capital a buscar fortuna. Lo que jamás imaginó es que ésta le llevaría por el mundo de la moda, y todavía menos por la nupcial, especializándose en vestidos de novia, madrina e invitada a medida. “Me da igual ceremonia, que no, pero lo normal es que la gente venga a ti por un evento especial o de estas características”, explica. Empezó trabajando con familiares y amigas hasta que poco a poco el boca a oído empezó a crecer para, en el año 2009, fundar su propia firma.

Y eso que su vida comenzó por unos derroteros completamente distintos. “Empecé estudiando arquitectura de interiores en Zaragoza porque me gustaba, y porque mi padre, ingeniero de profesión, me contagió un poco su pasión por ella”, rememora.

Lo cuenta hoy desde su atelier ubicado en Madrid -Fernando VI, 7, en Alonso Martínez, Colon-, donde este martes, 28 de mayo, ha presentado su nueva colección, ‘Raíces’, que habla del costumbrismo español a través de la costura. “En este trabajo me he inspirado en las obras de artistas como Goya, Julio Romero de Torres… para rendir un homenaje a la esencia del folklore de nuestro país, de detalles de toda la vida”, explica. Eso sí, sin perder el punto de sofisticación, la elegancia y el glamour que requieren este tipo de citas.

Y es que de la Torre se fue a Madrid, pero jamás dejó su casa del todo. En su muñeca porta la medida de la virgen del Pilar en azul celeste que lo señala a primera vista. De hecho, a día de hoy buena parte de sus clientas son zaragozanas. “Me viene genial porque aprovecho para venir de vez en cuando a visitarlas en sus propias casas”, afirma. Para eso, para ver a su familiar, y para visitar el pueblo de Muel, su otra casa.

Pero, ¿cómo comienza la historia de este diseñador de moda? Fue durante un viaje a Madrid cuando conoció a un joven que estudiaba en el Centro de Diseño de Moda de Madrid. “Me pareció tan sorprendente… por primera vez entendí que era una posibilidad que jamás había barajado”, admite. Y es que, como explica, el aragonés nunca imaginó poder dedicarse a esto en aquel momento de su vida. “Eran otros tiempos. Entonces no era habitual, y menos en Zaragoza, hacer de una profesión así una forma de vida”, reconoce.

Y es que, para este diseñador nacido en el seno de una familia “de ciencias”, la moda siempre fue como un sueño inalcanzable. “Tengo una tía, por parte de mi padre, que ha sido modista toda la vida y siempre que iba a su casa iba corriendo a la máquina de coser y a trastear con sus telas, lo que pasa que en aquel momento no era consciente, para mí no era una alternativa”, apunta. Hoy -por fortuna- todo ha cambiado demasiado.

De hecho, a día de hoy Zaragoza cuenta con centros que ofrecen estudios superiores en moda, contamos con citas punteras como la pasarela Goyesca y son muchos los aragoneses que despuntan en este ámbito. “Ya era hora”, confiesa.

Tras finalizar la etapa formativa tuvo la suerte de ser uno de los elegidos por el concurso de Loewe que permitía a cuatro jóvenes estudiantes de moda de toda España entrar a trabajar en la firma. “Fue un periodo de aprendizaje sin límites. Conocí los mejores materiales, textiles y pieles casi de todo el mundo”, explica. Una oportunidad única que no desaprovechó.

El diseñador de moda nupcial Pablo de la Torre presenta 'Raíces'
El diseñador de moda nupcial Pablo de la Torre presenta 'Raíces'
H. A.

De allí inició el camino de emprendimiento creando su propia firma con una compañera de la universidad, llamada Bohento, actividad que compaginó con las clases de diseño de moda en el centro en el que se había formado poco antes. “Todo un aprendizaje. Llegamos a desfilar en Ego, de Cibeles, la pasarela joven más reconocida que hoy se denomina Mercedes Benz”, añade.

Además, en todo este proceso de autoconocimiento también hubo lugar a curiosos descubrimientos. Y es que fue al comenzar por esta nueva vía cuando comprendió que, al fin y al cabo, la arquitectura y la moda no eran disciplinas tan distintas. “El plano de la casa se asemeja bastante a un patrón, y los mismo límites que te puede poner un arquitecto te los puede poner un patronista. Comparten la misma forma de trabajar, pero con lenguajes distintos”, admite.

Diez meses y un recuerdo para toda la vida

Precisamente, con el tiempo entendería que los dos años que pasó estudiando arquitectura le dotarían de una serie de herramientas que no habría podido imaginar antes. “De hecho, quien conoce mi trabajo dice que tengo una forma de diseñar bastante arquitectónica en la que juego con volúmenes, planos y estructuras”, asegura.

A pesar de que la moda siga siendo efímera, si hablamos de datos estos serían los básicos del zaragozano: un vestido de novia, su trabajo predilecto, suele diseñarse en, al menos, diez meses. Su precio suele rondar los 4.000 €, dependiendo de lo que se pida. Sin embargo, el recuerdo de este día es algo que dura para toda la vida. “En un día como éste la novia sigue siendo la niña bonita. Por eso es un proceso tan laborioso y especial y requiere de este cuidado tan minucioso”, afirma.

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