Aarón Palacio: "Dios quiera que la oreja en la Maestranza sirva para que me llamen de otras plazas"
A sus 19 años, el novillero zaragozano cortó una oreja el pasado domingo en Sevilla, un éxito que no lograba un torero aragonés desde 2003.
A sus 19 años, el novillero zaragozano Aarón Palacio debutó el pasado domingo con picadores en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Un desafío que no le pesó. Al contrario. Cortó una oreja en el histórico coso, un éxito que no lograba un torero aragonés desde Jesús Millán en 2003.
¿Ha podido dormir esta noche?
La verdad es que he dormido muy bien. Aunque fue un día muy bonito, lo tomo como un paso más en mi carrera. Tengo las cosas claras. El triunfo fue importante, pero es solo un pequeño paso en el camino.
¿Qué significa obtener una oreja en la Maestranza?
Más que la oreja en sí, lo principal es que está haciendo que se esté hablando de mí. He dejado muy buenas sensaciones y espero volver pronto a Sevilla.
No debe ser tan fácil cortar una oreja en Sevilla cuando el último aragonés que lo logró fue hace 21 años. Y la anterior data de 1996 con el Tato, su apoderado.
Conocer estos datos impresiona, por algo la Maestranza es la Maestranza. Además, tuve la suerte de poder brindarle ese novillo al Tato y eso hizo que la faena fuera todavía más especial.
¿Qué le dijo tras la faena?
Que estaba contento y orgulloso por mi actuación.Eso sí, como siempre, me dijo que tengo muchas cosas por mejorar. Terminó diciéndome que si sigo trabajando así, podré llegar donde quiera.
¿Qué deberes le puso su apoderado?
Sobre todo el tema de la espada. Aunque maté a la primera el segundo novillo, no estaba bien colocada. Si hubiese estado la espada donde tenía que estar, podría haber sido un triunfo mayor con dos orejas. Eso es cuestión de entrenar y mejorar. Seguro que la próxima vez lo mato muy bien.
¿Cómo ruge la Maestranza?
El sonido y las sensaciones en la Maestranza son muy especiales. Los oles suenan distintos allí. Aunque la verdad es que cuando estoy toreando no me entero mucho de eso porque estoy metido en la faena, en algún momento que escuchas algo suena muy bonito. Cuando se torea despacio y con el alma es cuando más lo sientes.
¿En qué espera que se materialice el triunfo de Sevilla?
Dios quiera que tenga repercusión en otras plazas y me llamen para torear en ellas.
Por ejemplo, en la Feria del Pilar en Zaragoza.
Me encantaría poder torear en Zaragoza y ojalá sea así.
¿Qué hay detrás de una actuación como la suya?
Hay mucho trabajo y sacrificio. Como todo lo que se desea en la vida, hay que currárselo. Llevo desde que empezó el invierno viviendo en Cádiz en la finca de Juan José Vera. Mis días se basan en entrenar con mucha preparación física y toreo de salón, y estudiar. De esto trata la vida de un chaval que quiere ser torero.
¿Qué estudia?
Estoy estudiando segundo de Bachillerato porque me lo dividí en dos años para poder compaginarlo con el toreo. Así voy más tranquilo.
No quiere dejar los estudios.
Es importante tener una base de estudios. Me viene bien para centrarme.
¿Quién le inoculó el veneno del toreo?
Por las Cinco Villas hay mucho gusto por los festejos populares. Desde niño he visto pasar las vacas por la puerta de mi casa. A raíz de eso fui viendo vídeos de toros por internet y un día fui a una finca en la que conocí a mi actual maestro, Miguel Cuartero. Entonces decidí apuntarme a la Escuela... y hasta hoy.
¿Qué le viene ahora?
La próxima novillada que tengo es el próximo 9 de junio en Alagón, donde torearé con mis compañeros de la Escuela. De cara agosto tengo más compromisos que se irán confirmando en las próximas semanas. El objetivo es tomar la alternativa. Este año no podrá ser pero Dios quiera que sea el que viene, en 2025.
