Seguramente no hay mejor manera de despedir un fin de semana que asistiendo a un concierto tan sugestivo como el que ofreció en la tarde del domingo la francesa Laetitia Sadier dentro del ciclo Bombo y Platillo. La que fuera parte fundamental de Stereolab, banda de culto que impulsó nuevos caminos en el pop de los 90, presentó su último álbum, ‘Rooting for love’, y deleitó con unas canciones a menudo oblicuas, de intrincadas melodías, poco asequibles en una primera escucha, pero que destilan clase, elegancia y 'savoir faire' por los cuatro costados.

Cualidades de las que anda más que sobrada Sadier, quien compareció a la guitarra eléctrica y voz, arropada por The Source Ensemble, integrado por Xavi Muñoz (bajo y voces), Nina Savary (teclados y voces) y Emmanuel Mario (batería y bases electrónicas). El citado nuevo disco constituyó la base de su repertorio, con piezas altamente atractivas como ‘Protéiformunité’, ‘Une autre attente’, ‘Don’t forget you’re mine’, ‘Who + what’, ‘Panser l’inacceptable’ o ‘New moon’.

A través de ellas Laetitia dibuja un muy personal universo sonoro, confeccionado entre muestras de pop esquivo, retazos de bossanova, sutiles adornos electrónicos y devaneos experimentales, como fue el caso de un tema que Sadier definió como “un mensaje del universo”. Por cierto, en ésta y en otras canciones el baterista dejó claro lo chulas que pueden ser –a veces- las cajas de ritmos cuando se hace buen uso de ellas.

Sí, la música de Laetitia Sadier exige oídos abiertos y complicidad, no da facilidades ni posee estribillos inmediatos, pero eso es algo a lo que el público habitual de Bombo y Platillo está más que acostumbrado. Así que a la mayoría se le hizo algo corto el concierto –realmente duró poco más de una hora- y de buena gana hubieran seguido escuchando un rato más a esta estilosa señora.