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Escalofriante cogida de un toro de Los Maños a un torero español en Francia

El valenciano Román Collado sufrió una cornada de tres trayectorias en la feria de San Pentecostés de Vic-Fezensac. Otro ejemplar del hierro aragonés fue premiado con la vuelta al ruedo. 

Momento de la cogida del toro de Los Maños al torero Román.
Efe

Vic-Fezensac, una localidad francesa de la región de Occitania que no llega a los 4.000 habitantes, celebraba este lunes 20 de mayo la cuarta y última corrida de la denominada Feria de Pentecostés. Una tarde que se vio golpeada por la grave cogida que sufrió uno de los toreros acartelados, el español Román Collado.

El matador valenciano, de 31 años y que debutaba en esta feria del suroeste galo, compartía cartel con Morenito de Aranda y El Rafi, todo ellos con toros de la ganadería zaragozana Los Maños. Fue en su segundo de la tarde, de nombre 'Segoviano', cuando fue corneado en el muslo izquierdo y permaneció en el aire durante varios segundos.  

El resultado fue demoledor: "Cornada de tres trayectorias, una de ellas con orificio de entrada y salida. Rotura de vaso escrotal. Traslado en ambulancia a hospital de Mont de Marsan", sintetiza la cuenta oficial de Román en X (antiguo Twitter). 

Tal fue la gravedad de la situación que el torero tuvo que ser operado de urgencia en la enfermería de la plaza de Vic-Fezensac y seguidamente trasladado en ambulancia al hospital de Mont de Marsan, que se halla a unos 75 kilómetros. 

Pasada la medianoche, los representantes de Román volvieron a compartir un mensaje esperanzador: "La operación ha ido perfecta. Desde ya comienza la recuperación. Ni una foto triste más. Siempre sale el sol". 

De esta forma, Román Collado ve detenida momentáneamente su carrera tras la oreja que cortó el pasado 11 de mayo en la pasada Feria de San Isidro de Madrid en una corrida que compartió con El Fandi y Leo Valadez. 

Del resto de la corrida cabe destacar el gran toro que se lidió en cuarto lugar, Salta Cancelas, que fue premiado con la vuelta al ruedo después de que Morenito de Aranda le cortase las dos orejas. 

El animal tomó cuatro hasta cuatro varas de bravo. Acudió de largo, pronto, al caballo. Y en la muleta del burgalés permitió el toreo a placer, inspirado y clásico de Morenito.