El Museo del Prado inaugura una nueva exposición con dos obras de Pablo Gargallo
La muestra plasma la repercusión de los cambios sociales en el arte de finales del siglo XIX y principios del XX.
Todas las salas de exposiciones temporales del Museo del Prado acogen hasta el próximo 22 de septiembre la exposición 'Arte y transformaciones sociales en España (1885-1910)', que cuenta con el patrocinio de la Fundación BBVA y que alberga dos obras del aragonés Pablo Gargallo.
Esta muestra es una oportunidad para aproximarse a las interpretaciones de los artistas de la profunda transformación social experimentada en España entre 1885 y 1910. Después de una larga época de predominio de la pintura de historia como inspiración principal, será la temática de contenido social la que analiza los cambios que tuvieron lugar en España en este periodo.
La diversidad de técnicas y registros creativos en las casi 300 obras (muchas antes no expuestas) que componen la exposición permiten mostrar la gran variedad de respuestas de los artistas al reto de representar las transformaciones de la sociedad de su tiempo en aspectos hasta entonces apenas tratados como el trabajo industrial y el de la mujer, la educación, la enfermedad y la medicina, los accidentes laborales, la prostitución, la emigración, la pobreza y la marginación étnica y social, el colonialismo, las huelgas, el anarquismo y las reivindicaciones obreras.
Aunque el origen de este proyecto expositivo está en la relevancia de las colecciones de pintura social del Prado, reflejo de la producción vinculada a las diversas Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, gracias a la generosidad de casi un centenar de prestadores públicos y privados, el visitante podrá admirar obras destacadas de Regoyos, Sorolla, Nonell, Gargallo, Picasso, Gris y Solana, entre otros artistas.
Dos obras de Pablo Gargallo forman parte de esta muestra que ha sido comisariada por Javier Barón, jefe de Conservación del Área de Pintura del siglo XIX del Prado. Son ‘En la artesa’ (bronce, 1898) y ‘Los humildes’ (madera, 1904), que han sido cedidas por el Museo Pablo Gargallo de la capital aragonesa.
La industria creció en España durante el periodo que abarca la exposición, de modo que aumentó el empleo obrero. Este incluía a mujeres y niños, con salarios mucho más bajos que los de los hombres. Los asuntos de actividades laborales en talleres y fábricas llevaron a los artistas al estudio de sus interiores. En la obra de Pablo Gargallo se observa una simplificación estética que anticipa una nueva orientación en la escultura.
Este préstamo vuelve a poner de manifiesto el interés por el escultor en los museos más importantes del mundo, tras la visita el año pasado de la obra ‘La pareja’ (bronce, 1904) en la National Gallery de Londres y la ‘Máscara de Picasso’ (bronce, 1913) a la Fundación Palau (Caldes d’Estrac, Barcelona).
