El final del ciclo de 'Música en el Foro' correspondió al organizador del mismo, el acreditado pianista zaragozano Rubén Lorenzo que, verano tras verano, viene aliviando el secano musical clásico que padece la ciudad. Para su concierto del viernes 1 de septiembre preparó un programa atractivo con dos figuras claves del impresionismo francés, Ravel y Debussy, más el siempre sugerente Ginastera. Aportación excepcional la del compositor aragonés Antonio Salanova, presente en la sala, del que interpretó ‘…Como un sueño fugaz’, estreno absoluto, al inicio de la segunda parte.

Los intensos y versátiles ‘Valses nobles y sentimentales’, de Ravel, abrieron el concierto con una explosión de fogosos acordes en el primero de ellos, que contrastaron vivamente con el segundo, ‘Assez lent’, de refinada ejecución, antes de proseguir ruta hasta el octavo. Lorenzo se esmeró en la transmisión del espíritu que los inspira.

De los tres 'Preludios' de Debussy, correspondientes a su 'Primer libro', el pianista eligió el anecdótico ‘Minstrels’ para empezar, siguiendo con el enigmático ‘La fille aux cheveux de lin’, en el que volcó toda la magia evocativa que contiene.

La pieza de Antonio Salanova, articulada en secciones de personalidad definida, mostró las posibilidades de la música más actual sin abandonar los cánones de la tonalidad. Minuciosa la ejecución del intérprete.

De retorno a Debussy, ofreció un ‘Nocturno’ transcrito para piano, que precedió a otros tres 'Preludios' del 'Segundo libro', con similares resonancias descriptivas en el ambiente etéreo que envuelve su música, conseguido con eficacia por el intérprete. Mención  especial para ‘Feux d’artifice’, donde confluyó una digitación nítida con una sugerente virtualidad evocativa.

Las ‘Danzas argentinas, Op. 2’, de Ginastera, y dos melodiosas propinas dieron fin a la velada y al ciclo.