historia

Un pene para la historia

En piedra, cobre o hierro, erectos o en reposo, la representación del falo es recurrente a lo largo de los siglos y la más antigua tiene 42.000 años.

El miembro ha sido descubierto en el yacimiento de Tolbor-21, en Mongolia, y tiene nada menos que 42.000 años.
El miembro ha sido descubierto en el yacimiento de Tolbor-21, en Mongolia, y tiene nada menos que 42.000 años.
Heraldo.es

El pene ha sido representado a lo largo de la historia de la humanidad por toda s las culturas. Con diferentes formas y tamaños, en materiales muy diversos, estas representaciones son objeto de conjeturas por parte de los investigadores. A ellas se suman ahora las abiertas tras el hallazgo del falo más antiguo jamás encontrado. El miembro ha sido descubierto en el yacimiento de Tolbor-21, en Mongolia, y tiene nada menos que 42.000 años.

Un equipo internacional de investigadores, dirigido por la arqueóloga Solange Rigaud de la Universidad de Burdeos (Francia), defiende que es la representación antropomorfa sexuada más antigua y fue realizada en el Paleolítico Superior, según la revista Nature Scientific Reports. Se trata de una pene confeccionado sobre grafito, de 4,3 centímetros. En el mismo se distingue el glande y la uretra. La representación de este pene es, según este equipo de expertos, anterior a la Venus de Hohle Fels (Alemania), que tiene unos 40.000 años, o a las vulvas de la cueva francesa de Chaivet, datadas hace 32.000 años.

La procedencia del falo hallado en Mongolia no está clara, dado que en Tolbor no hay grafito. Los investigadores tampoco saben el significado que podía tener. Por su tamaño se especula que sería un colgante, pero no se sabe el motivo por el que su propietario lo llevaba.

El hombre ha reproducido penes en piedra, en metal o simplemente pintados. De entre las muchas culturas que utilizaron el atributo masculino destacan los egipcios. Su primer dios, Atum, cuenta con un miembro erecto del que literalmente salen sus hijos. Otro dios egipcio, Mim, también tenía el pene erecto, pero en este caso se debe a que representaba la fertilidad.

Amputados

Los penes también cubren las paredes de templos y palacios egipcios. Era la manera de dejar constancia gráfica para las futuras generaciones de las victorias de las huestes del faraón. La costumbre era amputar el falo al vencido para anular su capacidad de lucha, imposibilitándole ser padre de nuevos guerreros y se le obligaba, además, a vagar por la otra vida sin su pene.

Y llegaron los romanos. Estos, por lo general, utilizaron los penes como amuletos de protección apotropaicos o mágicos. Los usaban contra la mala suerte o el mal de ojo. Solían llevar un pequeño falo colgado al cuello, que denominaban 'fascinum' -relativo a su dios Fascino-. Cada vez que veían algo que no les gustaban lo agarraban para atraer a la buena fortuna.

Los romanos también labraron penes en el Muro de Adriano, en Britania o lo que es hoy el norte de Inglaterra. También los hay en Pompeya, pero aquí poca suerte les debieron dar para defenderlos de la furia del Vesubio. Incluso, fabricaron falos de tamaños descomunales. El mayor encontrado hasta el momento fue hallado en Hispania. Estaba en el yacimiento El Higuerón, en Nueva Carteya (Córdoba). El miembro tiene 45 centímetros de largo y unos 25 de ancho.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión