‘En los márgenes’: una suma de miseria y amargura

El actor Juan Diego Botto, acompañado en la producción y en el reparto por Penélope Cruz, debuta como director con un filme de corte social, que lleva implícita una evidente crítica al sistema y en el que aborda desahucios, emigración y todos los derivados de la crisis social y económica. Esto sucede en ‘En los márgenes’, filme en el que Botto trabaja sobre tres historias paralelas, cuyos protagonistas se cruzan a lo largo del relato compartiendo un mismo componente de miseria, pobreza, soledad y amargura.

Sorprende que, tratándose del primer trabajo del actor tras la cámara, este sepa trabajar tan bien con sus actores y, sobre todo, sea capaz de dotar de tanta fuerza a cada uno de sus personajes. Se podrá objetar que todo lo que sucede en ‘En los márgenes’ se sitúa, además de en los márgenes que dan título al filme, allá donde la existencia es demasiado dura. En la película se amontonan los problemas y las situaciones difíciles; los personajes viven al borde de un precipicio. Y, sí, es posible que el director se exceda en ciertos momentos e insista demasiado, incluso que la sutileza sea un factor del que no eche mano. Algo, por cierto, que también le ha pasado muchas veces a Ken Loach, ese gran cronista de la clase obrera y desfavorecida. Pero, aunque hay excesos en el estilo narrativo, no es menos cierto que estamos ante una película que te hace sentir, que te conmueve, porque te duele la rabia y la impotencia de sus personajes, porque sientes como propia su soledad y su desesperación.

A esta capacidad de Juan Diego Botto para hacernos sentir a sus protagonistas y que estos nos importen, a su buen manejo del ritmo narrativo y a su talento para hacer evolucionar a quienes forman parte de esta historia, hay que añadir el acierto del reparto. Penélope Cruz vuelve a emocionarme -estupenda secuencia con Juan Diego Botto-, Luis Tosar lo borda y Adelfa Calvo -la madre sola- y Cristian Checa -el hijastro- están igualmente soberbios.